Chapter 28

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a Juri . DP  y esta historia fue beteada por Karen Hikari.

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Trece días después

Kiba parpadeó atontado, con el cuerpo dolorido por dormir sobre superficies duras.

Miró su reflejo en el abarrotado baño y deseó no haber visto su reflejo, un hombre exhausto y descuidado le devolvía la mirada. Esta era una mirada que conocía muy bien, era el resultado de realizar prolongadas misiones al aire libre, pero ahora no era por culpa de una misión de ningún tipo. Se preguntó si se sentiría menos sofocado si fuera por su vida como ninja.

Salió del baño y caminó por el corto pasillo hasta la puerta. Un par de brillantes ojos azules se volvieron para mirarlo, seguidos por una amplia sonrisa, y Kiba respondió con un gruñido mientras se sentaba al lado de Shino.

—¿Ramen? —Ofreció Naruto mientras deslizaba un paquete sin abrir hacia Kiba.

Kiba lo aceptó por reflejo.

Miró alrededor de la pequeña mesa. Naruto estaba sonriendo y de buena gana comiendo de un paquete de ramen instantáneo. Shino también estaba presente, apareció poco después que Kiba. Shino lucía ligeramente relajado, aunque todavía estaba sentado demasiado formalmente, mientras consumía ramen con un aire de formalidad involuntaria.

La visita de sus amigos hizo poco para levantar el ánimo de Kiba.

Desde que la mayoría de los miembros de los clanes de Kiba y Shino desaparecieron hace casi dos semanas, Kiba pasaba su tiempo entre el hogar de los Aburame y el de Naruto. El clan de Kiba estaba demasiado tranquilo, y todavía no tenía idea de a dónde habían ido todos y por qué lo habían dejado atrás.

Hana también se quedó atrás, pero se mantenía extremadamente ocupada. Sin embargo, ella parecía saber exactamente lo que estaba pasando, y no le dijo una palabra sobre eso.

Kiba intentó ver a Tsunade para preguntar qué tipo de misión le había asignado a su clan, pero no le permitieron verla. No había visto ni escuchado de ella desde el día en que apareció en la puerta de su casa. Aún más extraño, era que ninguno de los ninjas en toda la aldea había sido enviado a misiones desde entonces, y nadie podía abandonar la aldea hasta nuevo aviso.

Shino sabía aún menos sobre lo que estaba pasando, y eso que su clan había sido llamado por Tsunade también.

Para agregar más al asunto, el clan Hyūga había cerrado sus puertas de su complejo el mismo día en que Tsunade desapareció, y ni Kiba ni Shino habían podido contactar a Hinata.

Y a pesar de la implicación de estos sucesos, Kiba odiaba admitir... que estaba aburrido.

Entonces, para no sentirse mal, mantuvo la boca cerrada y comenzó a pasar tiempo con Shino y con Naruto. Shino no hablaba mucho, así que Kiba podía mantener su aburrimiento para sí mismo principalmente porque no quería sentirse molesto. Naruto hablaba demasiado y estaba tan feliz por tener compañía, que Kiba no podía expresar su aburrimiento adecuadamente, aunque quisiera. En cambio, se había visto obligado a guardarse todas sus preocupaciones, preguntas y nervios hasta que esta "importante tarea" terminara y todos regresaran.

Después del desayuno, los chicos se vistieron y salieron del departamento de Naruto. No había nada que hacer más que holgazanear y entrenar, y desafortunadamente, ninguna opción era muy atractiva.

Negro y púrpura no se mezclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora