Chapter 2

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a Juri . DP y esta historia fue beteada por la linda Karen Hikari del Team Beta Readers.

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Hinata Hyuuga estaba en la cama, mirando al techo. La manta le tapaba el pecho, y tenía los brazos cruzados sobre el estómago. Agarraba el tejido con tanta fuerza que sus dedos dolían, pero no podía soltar su agarre. Su cuerpo estaba rígido, y su corazón golpeteaba fuerte en el pecho.

No sabía por qué estaba tan asustada.

Respiraba profundamente, mirando por la ventana, activó su Byakugan. Su miedo sólo aumentó mientras examinaba hasta dónde su vista podía alcanzar, pero no vio a nadie o nada sospechoso. Eso debería haberla tranquilizado, pero habría ayudado que algo estuviese allí para validar sus miedos. No podía dormir a causa de ello. La idea de conciliar el sueño y posiblemente enfrentarse a algún mal desconocido la aterrorizaba.

Maldad...

Volvió a respirar, sus ojos llorosos se centraron en el techo una vez más. No había sentido algo tan malvado desde que era una Genin. Tenía mucho miedo y no podía explicar por qué, y esto sólo empeoró con el paso del tiempo.

La primera vez que había sentido algo malo dirigido a ella comenzó durante los exámenes Chunin. La sensación había estado con ella todo el día, pero pensó que era su propia cobardía y el exceso de precaución de todos los ninjas allí. No sólo porque había ninjas de todo el mundo, Kurenai les había advertido que a veces los otros ninja causaban problemas o algunos tomaban mal la derrota del examen y hacían un alboroto. Hinata supuso que estaba esperando que una conmoción sucediera. La mayor parte de los otros asistentes que conoció decían palabras insolentes y tenían un poder abrumador, y ponerlos a todos en el mismo lugar, presagiaba un desastre. Le pidió a sus compañeros de equipo que se quedaran cerca, pero Kiba estaba ansioso por los exámenes y Shino tenía la mente fresca y tranquila, estaba contenta de tenerlo alrededor. Aun así, se encontró mirando por encima de su hombro muchas veces ese día.

Entonces su pelea con Neji sucedió.

Habría apostado cualquier cosa a que no habría sido elegida para luchar contra su primo, pero la pantalla mostró sus fotos y nombres tan claramente, tan burlonamente. Neji la odiaba, y ella estaba segura que tenía que estar molesto por tener que perder su tiempo contra ella.

Se notaba en su mirada.

Le quedó claro cuando lanzó esos insultos terribles contra ella, degradándola con su frialdad y recalcando todos sus defectos para que todos los oyeran. Y fue entonces que ella se dio cuenta de que alguien estaba sintiendo una especie de oscura alegría al escucharlo. El mal que había estado rondando a su alrededor todo el día estaba ahora observando cómo era humillada, y el ruido sordo de esa alegría era difícil de ignorar.

Especialmente cuando el combate comenzó.

Ella fue capaz de igualar a su primo durante un tiempo, esperando transmitirle un poco de su admiración por él, demostrando que podía ser un reto para él, pero luego atravesó sus defensas. Golpe tras golpe, Neji dañaba su cuerpo, destruyendo órganos ocasional y deliberadamente causándole daño físico visible. Hinata sintió que el mal desconocido disfrutaba de su derrota. La alegría oscura había explotado y se desbordaba de placer viéndola ser atacada físicamente; nunca se desvaneció durante los exámenes de Chunin.

Alguien había estado disfrutando a fondo su dolor.

Y ese alguien que podía conseguir sufriente de su dolor.

Negro y púrpura no se mezclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora