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Erik Lehnsherr

Ya llevábamos 1 año Erik y yo de noviazgo, y hace 3 meses empezamos a vivir juntos, todo es muy bonito, a excepción de las peleas, claro está, pero esas rara vez ocurren.

Casi todas las noches en este mes se a estado levantando sudando, con lágrimas, temblando y de vez en cuando gritando "Mamá".

Se claramente por que, él me contó todo de su pasado, fue lo peor que le pudo haber pasado a un niño... Él no se merecía eso.

Hoy es una de esas noches, adormilada me levanto al escuchar unos quejidos, volteo a ver en dirección a Erik y al encontrarme en el estado en que está, rápidamente se me quita el sueño y le empiezo a mover suavemente para despertarlo.

-Erik... - susurro su nombre- Erik, amor, despierta... Erik.

Erik abre los ojos, en ellos solo se puede reflejar temor y tristeza. Al parecer la oscuridad no lo deja distinguir quien soy y como acto de reflejo me avienta con el reloj que tenemos colgado en la pared... ¡Dios, ahora me arrepiento de haberlo comprado de metal!

-Auch... - me toque la frente, donde me había dado, miré mis dedos y tenia un poco de sangre, me la limpié con el dorso de la mano- Erik, soy yo, T/N.

Prendió la luz al instante y al verme en el piso y con el golpe rápido se aproximó a mi.

-Lo siento mucho amor, no quise hacerlo- acuno mi rostro entre sus manos y miró preocupado mi herida- en serio lo-

-Está bien Erik, se que no lo quisiste hacer, solo fue el sueño, tranquilo- le sonreí y besé cortamenta sus labios- volvamos a la cama, ¿Si?

Él solo asintió y con todo el cuidado del mundo me llevo a la cama, luego apago el foco y se acostó a mi lado.

-¿En serio estas bien?

-Si, un simple golpe, no te preocupes- trate de tranquilizarlo.

-No te merezco... Soy una amenaza... Un... Monstruo- termino con desprecio.

-Hey, tu no eres ningún monstruo... Eres el hombre más lindo y sexy de todo el mundo, ¿Ok?- no lo podía ver bien, pero estaba segura de que ahora tenia una enorme sonrisa en el rostro.

-Gracias por estar conmigo.

Acaricie su mejilla y deje mi mano ahí- ¿Quieres hablar... Sobre... El sueño?

-Lo mismo de siempre... Todos los días se repite... La muerte de mi madre... Es que... Me sentí tan impotente... Si tan solo hubiera movido esa estúpida moneda... -dijo con rabia.

-Eras pequeño... No te puedes seguir culpando amor, es como si no la dejaras descansar, por favor, déjala ir- volví a acariciarle.

-Pero... ¿Eso no sería olvidarla? - pregunto con miedo audible en su voz.

-Solo tienes que dejar de culparte, no olvidarla.

-¿Me ayudaras?

-Claro, siempre te ayudare, no importa que.

-Eres demasiado para mi... Eres perfecta, tan dulce y comprensiva... Te amo, ¿Lo sabías?

-Si- sonreí- Yo también te amo Lehnsherr, ven- extendí mis brazos y él recostó su cabeza en mi pecho, mientras yo le acariciaba el cabello- Descansa cariño- y besé su cabeza.

-Gracias... - susurró para segundos después quedarse dormido.

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Espero les haya gustado 😍

¡Las quiero mucho💝!