Capítulo 17

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Capítulo 17
Una pequeña hoja aterrizó suavemente en mi nariz, manteniéndose perfectamente balanceada. Tenía abiertos los ojos, pero parecía que aún dormía, el sol apenas comenzaba a salir, y yo había descansado dramáticamente bien. Tomé la hoja entre mis dedos y la sostuve cerca de mi rostro.  Cuando la gire unos pequeños destellos escarchados saltaron hacia mi, y al tocar mi piel se desvanecieron. Cecil.
La tierna sonrisa apareció en mi rostro como algo nuevo, romántico.
Me levante lanzando mi cabello hacia mi rostro observando mi cama, abrí la boca sorprendida para saltar una risita; después recordé que Eón estaba ahí así que torpemente tapé mi boca con las manos, aún riendo.
Mis sabanas estaban llenas de pequeñas estrellas doradas, reales, recortadas de un papel oro. Era una playa de estrellas.
El detalle fue hermoso, sin embargo hubiera preferido despertar con él.
Casi de vuelta a las almohadas, sosteniendo mi sonrisa.

Apenas abro la puerta del baño el olor a waffles invadió mis fosas nasales, haciendo que mi estomago hizo un estruendoso gruñido tomándome por sorpresa.
—Creo que alguien no ha estado comiendo bien estos días.
Un Eón de cabello revuelto caminaba hacia el baño adormitado. Su cabello tenía una pequeña parte gris, muy extraño. No pude evitar mirarlo directamente. Se detuvo en seco y cuando se vio en el espejo sip un estremecimiento y su cabello volvió a la normalidad. Eso sí había sido extraño.
—Pero que...
No me dejó terminar ya que se encerró en el cuarto de baño.

En la mesa no dejaba de pensar en lo que había pasado hace un rato, porque Eón no había bajado aún; pero cuando la piedra que colgaba de mi cuello toco mi
mano, todos esos pensamientos desaparecieron haciéndome recordar el sueño de anoche.
Había estado en un lugar muy parecido a hawaii, mi cabello estaba completamente castaño, y de mi mano iba Cecil, haciéndome dar vueltas sobre mis pies. Bailamos, cantamos y montamos una ballena. Definitivamente era un sueño, uno muy hermoso.
Unos cubiertos azotaron a mi lado haciéndome despertar. Aquí estaba Eón.
Se veía agotado, como si no durmiera, pero él podía dormir cuando quisiera. Se llevó un gran bocado a la boca y un poco de miel se deslizó por sus labios. Donde yo había estado. Gire mi cabeza de nuevo al plato con las mejillas completamente rojas, no quería que se diera cuenta, sabría en lo estuve pensando. Solo son cosas banales. «tan solo son las hormonas» me dije.
—Aunque lo niegues sé que los extrañas—susurro en mi oído.
Parecía un tomate.
—¿De qué hablas?—intente soñar serena.
Su respiración se oía contra mi oído, suave y sin presión.
—Mis labios.
«Cállate»
«Cecil». Lo había olvidado, tenía que contarle acerca de nuestra posición, relación más bien. No era de su incumbencia, pero tenía que decirlo.
—Tengo que hablar contigo de algo—lo mire directamente a los ojos, esperando que se lo tomará en serio.
Me miró directamente a los ojos y mi corazón toco peligrosamente mi pecho, comenzaba a hormiguear mi brazo. ¿A caso tendría un ataque cardiaco?
—¿Está todo bien, June?
Se acercó más a mi. Sabía que no era con aquella intención que mi mente tomaba, pero era tentador.
Trague duro, y lo dije rápido.
—Tengo una relación con Cecil.
Bruto silencio agotador. En seguida respondió.
—¡No! No puedes estar con él.
—No puedes prohibírmelo—aquello me había hecho enfurecer.
—No te lo estoy prohibiendo yo, te lo prohíbe la naturaleza.
Hablaba en serio, demasiado y eso me asustaba. Era Eón, nunca hablaba así.
—¿Qué?
—Nuestro compromiso no está arreglado solo porque sí, está escrito en el destino, en el tiempo futuro y presente.
Sonaba como un loco.
—¿De qué hablas? ¿Te lo dijo tu padre? No podrás engañarme.
Mi corazón latía rápido, esto tenía que ser mentira seguramente. Molesta tome mis platos y camine a la cocina, en seguida me siguió saltando la mesa. Pase por el gran refrigerador aventando los trastos.
—Es cierto...yo...—tomó su cabello en sus manos y suspiro sonoramente. Otro mechón gris se noto.
—Se que notaste mi cabello gris, es difícil que se mantenga oscuro cuando estuve desgastándome tanto.
—¿A caso no estás durmiendo bien?—soñé más preocupada de lo que quería
—Aunque es lindo que te preocupes por mí, no hay razón. He estado mirando el tiempo. Mi padre me dijo lo que yo te dije en el comedor, no lo entendía así que me puse a investigar. Estamos destinados a estar juntos, es un punto desde el inicio de los tiempos. Y no sé que maldita sea ocurre contigo porque yo realmente me siento muy atraído a ti, pero parece que literalmente eres un cubo de hielo.

Estaba desesperado, se veía lindo. Pero era imposible. Yo tenía que tener opciones, no podía simplemente tener que casarme con él solo porque "así estaba escrito".
Salí de la habitación sin continuar con la conversación. Tenía que tomar una decisión antes de que el invierno se terminara. Cuando nuestros padres se fueran a con el hombre de la luna estaríamos solos, sin ningún tipo de ayuda. Las peleas no ayudarían.

Los días pasaron, todos las noches hermosos sueños invadieron mi mente haciéndome volar, sueños en los que mis dones no lastimaban, en los que su potencial era explotado. Ya no tenía miedo de hacer lo que podía. La escuela era un tema que me gustaba alargar. Nos habían dado de alta diciendo que nos íbamos a mudar. Mi madre se iría a Suiza con mi tía el año, para estar segura de que nadie la viera. Estaría bien.
En cuanto a Lucas y a mí, tendríamos que viajar durante un año sin parar por mar y tierra, incluso tengo la sospecha que por aire.
Ya estaba lista.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2016 ⏰

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