El Precio de la Indiferencia
Prólogo
Ahí estaba yo Juvia Loxar 20 años.
Observando como siempre a mi amado Gray Fullbuster. Conocido por todos como el hijo de una de las familias más prestigiosas de Japón, los Fullbuster. Grabándolo en mi memoria antes de ir a tomar mi vuelo a Londres, viendo lo hermoso que era.
¿Que si era hermoso? Sería una falta de respeto a la belleza si no. No es el estereotipo de chico rubio, piel blanca y ojos claros. De hecho es todo lo contrario. Era un chico de piel ligeramente morena, cabello negro azulado con una rebeldía que a cualquier estirada le parecería que necesita un corte, pero para mi es el cabello más hermoso y brillante que he visto. Sus ojos, que hablar de sus ojos, oscuros muy oscuros. Casi un pozo de oscuridad sin fin, pero con un brillo que se podría decir que es mi única luz y la único que necesitó para alumbrar mi vida. Su sonrisa, Ay esa sonrisa. Creo que más de una ha caído rendida a sus pies con solo mirar la curvatura de sus labios perfectos e irresistibles para cualquiera. No era el metro ochenta ideal, pero para mi quedaba perfecto. Y su cuerpo de seguro fue esculpido por los dioses de la belleza. Tenía las medidas perfectas, no era ni un gorila musculoso, ni alguien cuya masa muscular nunca hizo el intento por salir a flote. Tenía músculos en los lugares adecuados y un sensual tatuaje en el lado derecho del pecho. Sumado a todo lo anterior, tenía un aire de arrogancia que todo el tiempo le traía problemas a sus padres, pero cuando tenia que ser un príncipe lo era en todo el sentido de la palabra.
Entonces estaba yo, Juvia "La amiga de la infancia" a la que nunca iba a mirar con otros ojos más que esos. La que observaba una y otra vez a Gray con sus perfectas y plásticas novias. No es que yo fuera precisamente fea, de hecho todo el mundo decía que era hermosa igual a mi madre. Quien desafortunadamente murió cuando yo tenía 16 años, en un accidente de tránsito. Mi madre sí que era hermosa, amable y con un cuerpo de infarto. No que yo sea un poste de luz o algo así, estoy segura que tengo curvas en los sitios correctos y una talla de sostén envidiada por muchas. Pero a decir verdad cubrió bien mis atributos, pues creo que eso no lo es todo en la vida. Mi cabello se puede decir que es muy bonito, pues le dedico tiempo a mantenerlo .
Una vez en el pasado cuando tenía 15 años le declaré mi amor a Gray, pero el me rechazo. Y yo sigo enamorada como estúpida de un chico que nunca que me va a querer, más que como su amiga de la infancia. Claro si es que, a pesar del tiempo y la distancia me siga considerando su amiga.
FLASH BACK
-Gray-sama t-t-tengo algo m-muy importante q-que decirte- sentía que era el momento para decirlo estaba preparada para ello. Había reunido el valor necesario para confesarme, aun sabiendo que me podía costar nuestra amistad. Mi corazón iba a estallar, sentía que iba abandonar mi pecho en cualquier momento y para rematar mis nervios me estaban matando.
- ¿Qué sucede Juvia-chan?- respondió con su hermosa voz, que hasta hace poco a seguía siendo la de un niño- te noto extraña ¿acaso te gusta un chico y te da vergüenza contarme?.
- Eso... Bueno... Yo... Yo... Si Gray-sama, me gusta un chico y es muy cercano a mi.
- Entonces ¿quién podría ser? ¿Gajeel? -dijo Gray.
- No, no es Gajeel-kun - dije aun mas nerviosa.
- Ah no, entonces podría ser... Uhmm ¿Natsu? ¿o Lyon?.
- Pues no Gray-sama pues ... Es.. Bueno es...- No conseguía terminar una oración coherente.
- Dime de una buena vez quién es Juvia-chan. No tengo todo el día para perderlo contigo- Eso fue una aguja en mi corazón. Desde que entramos en la etapa de la adolescencia se han creados muchos brechas entre nosotros.
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El precio de la indiferencia (Gruvia)
Fanfiction» La amistad de Juvia y Gray se fracturo luego de que ella declara sus sentimientos a su amigo de la infancia y el rechazara los mismo. La vida de Juvia no había sido fácil después de eso. Pero luego de conocer a Zeref con quien se fue a Londres. ¿G...