Capítulo 2: Nuevo sentimiento.

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Publicada en fanfiction.net por Eauchiha.

Personajes pertenecientes a Hiro Mashima.

Eran aproximadamente las nueve de la mañana. Un chico abría con algo de pereza sus hermosos ojos negros. Miro hacia un lado. Vio que junto a él estaba la chica que últimamente le robaba el sueño, hace poco se había enamorado de ella.

Le parecía hermosa en toda las maneras posibles. Era dulce, amable, honesta, algo atolondrada y llorona. Pero él la amaba, la amaba como a nadie. Al verla ahí en mis brazos recordé el momento en que la hice mía.

FLASH BACK

Nunca en la vida me espere verla allí, en mi habitación diciendo que la hiciera mía. Nunca. Pero por alguna razón que en estos momentos desconocía, me sentí muy feliz.

-¿Estas segura que quieres que sea conmigo y no con el hombre al cual amas?- pregunté. Eso último me dejó un amargo sabor en la boca. Ella me miró y dijo.

-Si- estaba muy sonrojada. Se veía muy tierna y a la vez muy seductora. Estaba despertando mis instintos de hombre pero tenía que controlarlos para no hacerla sufrir. Me acerque a ella, la bese en la frente para darle seguridad, la tome de la mano y la guíe hasta mi cama. La acosté en ella, me posé suavemente sobre ella con cuidado de

no aplastarla.

-Prometo ser cuidadoso, Juvia- Dije sonriendo. Me acerque a su rostro, apenas rozamos nuestros labios. Era extraño ya que nunca la había besado de esa forma ni esperaba estar cerca de hacerlo, pero era una sensación muy agradable. De hecho era adictiva, deje de pensar tanto y me deje llevar. Bese sus labios como si mi vida dependiera de ello. Eran hermosos. Baje hasta su cuello, pero su molesto vestido no me permitió seguir avanzando. La miré pidiendo permiso para continuar. Ella asintió. Baje a sus piernas y saque sus largas botas, recorrí sus hermosas piernas con mis labios. Volví mi atención a su molesto vestido, le quedaba hermoso pero en estos momentos eso era lo que menos importaba, tenía que sacarlo rápido de ahí. Así fue lo saque por encima de su cabeza. En ese momento casi me vengo en mis pantalones y eso que se seguía con su ahora muy molesta ropa interior. Ella se sonrojo de sobremanera, me estaba volviendo loco. Era la mujer más hermosa que mis ojos habían visto. Ella estiró sus inexpertas manos para desabotonar mi camisa. Estas temblaban por los nervios lo que me llevó terminar por mi mismo su labor. Me saque la camisa, quién sabe dónde fue a parar. Ella pasó sus delicadas manos por mi abdomen, se sentía genial, el bulto en mis pantalones crecía mas y mas con cada caricia. Quería hacerla mía de una vez por todas"Tienes que mantener la calma Zeref" me dije ¿Pero quien coño mantiene la calma con semejante mujer debajo de uno? Volví a besar su cuello, baje hasta sus pechos, un sujetador celeste era el que ahora se interponía en mi camino. Sin pensarlo dos veces lo quite de mi camino y fue a parar en algún desconocido lugar de mi habitación. Si casi me vengo con solo verla en ropa interior, esta vez casi me desmayo. Mi erección dolía pero tenía que esperar un poco más, me saqué mis pantalones quedando solo en ropa interior. Le dedique la atención que semejantes pechos merecían. Ella estaba muy excitada, lo sabía. Este era el momento apropiado si esperaba más iba a colapsar. Retiré la última prenda, aquella que cubría su inocencia y junto con ella me saque mi ropa interior. Los dos quedamos como dios nos trajo al mundo. Ella cubrió su rostro con sus manos, no pude evitar soltar una pequeña risa, hasta en esta situación podía ser tan tierna. Como era su primera vez, tenía que ser sin preservativo solo tenía que salir antes de acabar. Separe un poco sus piernas y me posicione sobre ella.

El precio de la indiferencia (Gruvia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora