El precio de la indiferencia (Gruvia)

Capítulo 3: Comienzo del pago.

Habían pasado 2 semanas desde mi llegada a Londres .

Me desperté de nuevo en los cálidos y fuertes brazos de mi adorado pelinegro. Habíamos quedado en que yo tendría mi propia habitación, pero ni una vez hice el intento de saber cuál era esta. Desde mi estadía en Londres dormía en la habitación de Zeref. Me agradaba compartir mi sueño con el, a el tampoco parecía molestarle mi presencia. Se veía hermoso, tan calmado y sereno. Me quedé mirando sus suaves labios por un buen rato, hasta que una fuerza desconocida para mi o eso era lo que me quería hacer creer. Me hizo besarlo, solo fue un beso francés, casi apenas un roce de labios. El ni se inmuto, seguía en su profundo sueño. Eso me alegro, puesto que sería un vergüenza para mi que se hubiera despertado en ese momento. Lo observe dormir por otro rato, no me cansaba de mirarlo. Se que me estoy enamorando de él, sé que eso podría arruinar la relación que tenemos, lo se, pero no puedo evitarlo el es el único que me hace olvidar a Gray Fullbuster. Al recordar ese nombre, algo me a impulso a volver a rozar mis labios con los de Zeref, pero para mi muy mala suerte, este despertó.

- Si vas a hacer eso, Juvia. Preferiría que lo hicieras cuando estuviera despierto- dijo con voz somnolienta y seductora a la vez. Al verme descubierta se me subieron los colores al rostro e intenté escapar al baño. Fue inútil, Zeref no me dejo escapar de sus brazos. Lo mire molesta.

- Deja ir al baño a Juvia- dije sin mirarlo a los ojos.

- No me cambies el tema, Juvia. ¿ Por que me besas a escondidas?- exigió saber.

- Bueno... Es que… es que... B-bueno J-juvia...- no tuve el valor de responder a su pregunta- Juvia quiere ir al baño- entonces me dejo libre. Me levanté corriendo, cuando iba a entrar al baño escuche algo que me hizo detener en seco.

- Que lástima, a mi si me gustaría poder besarte todo el tiempo- dijo en tono triste.

- E-eso es c-cierto?- pregunté, sin mirar hacia atrás. No tenía el suficiente valor de hacerlo.

- No tengo razones para mentirte, Juvia. Además sabes que no puede mentir, no a ti- calló por un momento. Respiro profundo- Juvia, me he enamorado de ti- finalizó. Eso ultimo hizo que mi corazón se paralizara por un momento y al otro comenzara a latir tan rápido, que por un momento pensé que me iba a explotar. Me quedé en silencio por un rato.

- Entiendo si no sientes lo mismo, Juvia. Entiendo si sigues enamorada de él- dijo con tristeza en su bella voz.

- N-no, te equivocas Zeref. J-Juvia siente... L-lo mismo- dije muy nerviosa- J-Juvia también se h-ha enamorado d-de Zeref- sentí más color subir a mi rostro si es que era posible. Me miró sorprendido por unos momentos. Pero luego me mostró una sonrisa hermosa, creo que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda mi vida. Incluso más hermosa que la de el. "¿por qué tengo que recordarlo justo en este momento?". Zeref salió de la cama. Se me acercó.

- Entonces Juvia ¿Te arriesgas a intentarlo conmigo?- me preguntó.

- S-si Zeref, J-juvia lo quiere intentar contigo- dije. Estaba feliz, muy feliz. Sentía que por fin podría olvidar aquel amor por el que tanto sufrí. Zeref me abrazo fuerte. Este fue el comienzo de mi vida amorosa junto a Zeref.

JAPÓN

Una pelirroja iba entrando a la espaciosa y muy lujosa habitación de cierta rubia. Quien estaba echada todavía en pijamas, un vestido corto amarillo de osos de peluches. En su cama de sábanas rosadas y almohada mullidas, con su iPhone en sus manos. La pelirroja se aventó junto a la rubia en la cama y hablo.

- Estoy muy preocupada por Gray, Lucy- dijo Erza con un tono preocupado en su voz, como de hermana mayor- Tiene como dos semanas, que llega sin dormir a mi departamento. Me dice que le acaricie el cabello como cuando era niño. Recuerdas que se quedaba dormido de inmediato. En estos momentos está durmiendo en mi departamento- Lucy escuchaba con atención a Erza- Está perdiendo peso, se que es su culpa por no haber valorado a nunca Juvia, pe...- Erza se vio interrumpida abruptamente por Lucy.