Capítulo 16: Sorpresivo reencuentro.

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Estoy segura que Erza, Gray y Jellal estaban discutiendo. Aunque eso era lo que menos me importaba ahora, algo iba muy mal... Sentía una revolución en mi vientre, mi bebé no se quedaba tranquilo... Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. Nada funcionaba... Otra punzada de dolor, igual o aún más fuerte que la anterior. El miedo invadió mi cuerpo, temía por la vida de mi hijo. Una persona cayó junto a mí, era Jellal. Estoy segura que en mi expresión se reflejaba el shock que significaba tenerlo frente a mí, él me miraba igual de sorprendido, con un toque de ira en sus ojos. A través del dolor y la impresión, recordé que gran secreto de 7 meses. Enterré la cabeza en mis rodillas, y estire lo más que daba mi chaqueta de mezclilla nuevamente.

- No te le acerques- escuché decir a Gray en un tono mordaz.

- No me lo puedes impedir- Jellal lo retó. Nuevamente mi cerebro no estaba recibiendo oxígeno, y el dolor de mi vientre no ayudaba. En medio de todo, escuché a Erza gritar.

- ¡Gray!- escuché el sonido de algo estrellándose contra el suelo- ¡Estás loco!- gritó Erza nuevamente. Fui tomada por los hombros bruscamente y obligada a ponerme en pie. Era Jellal, estaba gritando mientras me sacudía por los hombros. No estaba pensando. Me sentía muy mal... Sentía la cabeza pensada... Me faltaba el oxígeno... La figura de Jellal se torno borrosa frente a mí...

...

Gray y yo intentamos con todas nuestras fuerzas detener a Jellal. Fue totalmente inútil, prácticamente lo arrojamos al escondite de Juvia. Gray se interpuso entre Jellal y Juvia. Ella estaba hecha un ovillo en sí misma, su cabello era tan largo que se arrastraba en la tierra.

- No te le acerques- amenazó Gray a Jellal, vi la furia brillar en sus ojos. Era la primera vez que lo veía así, estaba hecho una fiera.

- No me lo puedes impedir- retó Jellal, parecían dos bestias a punto de matarse. Tenía todos los vellos del cuerpo erizados ¿Quién daría el primer paso? Estaba alerta a cualquier movimiento, fue entonces que Jellal embistió a Gray. Él intento poner resistencia. Fue totalmente inútil, Jellal levantó a Gray como si fuera una pluma y lo estrelló contra el suelo.

- ¡Gray!-El grito salió de mi garganta dejándola ardiendo, el sonido que Gray había hecho cuando se estrelló contra el piso no había sido normal - ¡Estás loco!- le grité furiosa a Jellal, él me ignoró totalmente.

- ¿Estás bien, Gray?- pregunté desesperada a Gray, golpeándolo en el rostro para que reaccionará, Soltó un quejido de dolor.

- No... Dejes que... se acerque a... ella- dijo con dificultad. Volteé la mirada a donde estaban Juvia y Jellal. Me puse de pie, pero ya era demasiado tarde... Jellal había tomado a Juvia por los hombros bruscamente obligándola a ponerse de pie. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. Ella... Ella estaba embarazada...

- ¿Dónde demonios has estado?- exigía Jellal a Juvia, la sacudía con brusquedad por los hombros. Ella no decía nada, parecía perdida- ¡Maldición contesta!

- Jell...- intenté intervenir pero él no me lo permitió.

- ¿Tienes idea de lo que hemos sufrido todo este tiempo?-
Estaba tan segado por la rabia, que no se había dado cuenta que ella estaba embarazada y que le estaba haciendo daño sacudiéndola de esa forma... Le estaba haciendo daño... Mi cuerpo se movió sólo... Le propine una fuerte cachetada a Jellal... Él la dejo libré.

- ¡Le estás haciendo daño!- grité histérica, no tuve mucho tiempo de reaccionar. Cuando me di cuenta, Juvia ya se estaba desvaneciendo, logre sostenerla antes de que impactara completamente en el suelo. Estaba muy pesada, pero como pude nos mantuve de pie a ambas- ¡Eres una bestia!- volví a gritar a Jellal- ¡No ves que está embarazada!- él perdió todo color en su rostro, me miró como si le acabara de decir que él había matado a alguien. Se miró las manos en estado de shock y luego bajo la mirada al abultado vientre de la inconsciente Juvia. Sentí aligerar el peso de Juvia en mi hombro. Era Gray, había cargado a Juvia en sus brazos. Comenzó a correr en dirección al hospital. Mire a Jellal, estaba en un estado total de shock. Sin más me eché a correr detrás de Gray.

El precio de la indiferencia (Gruvia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora