Capítulo 14: Es el destino.

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Ahora estaba sentada frente a mi abuela, entre nosotras se interponía la tradicional mesa del té.

- Juvia, no me molesta para nada que vivas aquí con nosotros- mi abuela me miró con una sonrisa en sus labios. Mi abuelo Ren estaba sentado junto a ella, me seguía tratando como a una niña. En sus masculinos rasgos se podía ver su edad, su cabello que antes había sido negro azabache ahora estaba poblado de blanco casi en su totalidad.

- Estoy de acuerdo con tu abuela- dijo con su profunda voz- pero, exigimos una explicación. No puedes simplemente abandonar tu casa y esperar esconderte sin decir nada a tu viejo padre. Lo matarás de un infarto, niña.

- Además, tu padre está solo, Juvia- apoyo la abuela- Debe de ser muy difícil para él que hayas desaparecido.

- Si no tienes un buen motivo detrás de todo esto, vamos a tener que comunicar que estás aquí a tu padre- el abuelo siempre era muy correcto, y por lo mismo le gustaban las cosas bien hechas. Respire profundo, no podía alargar más lo inevitable. El día anterior luego de llegar, mi abuela me dijo que descansara y que al día siguiente le explicará todo. Y heme aquí, sola y apunto de enfrentar la realidad. Ul se había llevado a Gray a su casa, dijo que volverían en la mañana.

- Mi padre no está sólo- comencé por explicar la aparición de Jellal- Jellal, su hijo mayor esta con él- ellos no se sorprendieron con la confesión, por lo que asumí que conocían su existencia... Y no me extrañaría si hasta lo conocieran en persona, después de todo Jellal vivió en este pueblo prácticamente toda su vida- De lo contrario, no me atrevería a dejar a mi padre y la ciudad...

- Así que es cierto, que apareció el hijo perdido de Masamune- comentó mi abuelo. Asentí en respuesta.

- Él es quien dirige la compañía ahora- argumenté- Es el sucesor de mi padre.

- ¿Tú estás de acuerdo con eso, Juvia? ¿Estás de acuerdo con que él ocupe el lugar que por derecho es tuyo?- preguntó, mirándome fijamente... Eso era lo que todo el mundo pensaba, aunque nadie dijera nada.

- Si, Juvia está totalmente de acuerdo. Después de todo, Juvia acaparó 20 años a nuestro padre y vivió con todas las comodidades que para él eran limitadas. Es hora de ceder lo que a él corresponde- contesté segura. Las personas esperaban que estuviera resentida con Jellal, pero eso nunca iba a pasar. Además quien mejor que él, que era un genio para estar al frente.

- Esa es mi Juvia- dijo mi abuela con orgullo. Mi abuelo aún no parecía totalmente convencido.

- Mi hermano Jellal es totalmente capaz de estar al frente, es un genio. Graduado con las mejores calificaciones en la Universidad de Tokyo, fue el mejor de su generación- intenté convencer a mi abuelo.

- Si estas tan segura, lo aceptaré. Aun así estaré en contacto con tu padre para ver si el chico es tan bueno como dicen- mi abuelo podía ser tan terco- Ahora, Juvia, espero tus argumentos- se cruzó de brazos.

- Bueno... Lo cierto es que... Juvia...- las palabras se quedaban atoradas en mi garganta- Juvia... Juvia... bueno, ella... ella esta...- cuando estaba por decir la verdad, el sonido del timbre anunció la llegada de un invitado. Mi abuela se levantó a recibir a los invitados, se escuchaban las voces de Ul y Gray acercándose a la habitación. Cuando vi a Gray parado en el umbral de la puerta por alguna razón sentía que podía con esto, no sé si era por mis cambios hormonales o algo de fuerza mayor, pero se veía hermoso con su cabello mojado cayendo sobre sus ojos. Traía unos jeans negros y una suéter manga larga de color azul en su cuello brillaba el crucifijo de plata que hace años le había regalado. Se pasó la mano por el cabello peinándolo hacia atrás, casi sufro un infarto, como un gesto tan simple por parte de un chico podía descontrolar tanto a una chica. Bueno, él no es cualquier chico. Es un chico esculpido por los dioses, simplemente perfecto. "¡Basta!" Tuve una bofetada mental por parte de mi otro yo, que recordaba y aún sentía rencor por Gray. Gray camino y se sentó a mi lado me susurró "¿Estas bien?" asentí.

El precio de la indiferencia (Gruvia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora