El precio de la indiferencia (Gruvia)

Capitulo 1: Nueva vida

- Al fin llegó- dije. Estire los músculos un poco. No es para menos, después de estar por unas cuantas horas sentada en un avión.

- Estas mas hermosa que nunca, Juvia- No tuve ni que pensarlo dos veces para reconocer esa voz. Esa voz que me brindaba calma. Sin pensarlo corrí hacia su encuentro. Salte a sus brazos como la primera vez que nos conocimos, y me sostuvo con sus ahora fuertes y no tan delgados brazos. Pero a pesar de sus cambios seguían siendo igual de cálidos, dándome el mismo confort que siempre me han brindado .

- Como te extrañe Juvia, hace tanto que mis ojos no tenían la dicha de verte- me sonroje ante su comentario. Ahora tenía un aire diferente, más maduro, más hermoso. Su voz era más varonil de lo que recordaba.

- Mi querido Zeref, cuanto te extr... Snif... Snif- como niña pequeña me eché a llorar. Lo extrañaba tanto, ni siquiera sabía que lo extrañaba tanto hasta que mis ojos lo volvieron a ver después de tanto tiempo- extrañe... Snif... waaaaaahhh! Te extrañe muchísimo- Lo abrace con todas mis fuerzas, como si con eso evitará que se fuera de mi lado otra vez. Sin importarme como las personas pasaban y miraban la escena divertidos y algunos susurraban cosas entre ellos. No era para menos, estábamos en pleno Aeropuerto de Londres.

- Juvia recuerdo haberte dicho que las chicas no se ven hermosas si lloran. Jajajaja y ¿que fue eso? de "waaaaaahhh"- Dijo Zeref en un intento fallido de imitar la voz de Juvia- será mejor que nos vayamos a casa, puesto que estamos armando tremendo alboroto.

- NO TE BURLES... snif... IDIOTA. Que no vez que Juvia te extrañaba mucho- dije mientras lo golpeaba en el pecho. Por los momentos se me olvido la clase y me limpie la nariz con su chaqueta gris, evidentemente muy costosa. - SNIFFF!.

- AHHH! Juvia ¿por qué lo hiciste?. Yo igual te extrañaba muchísimo, pero vámonos YA!.- gritó Zeref. Tomo a Juvia de la mano y la arrastró fuera del aeropuerto.

JAPÓN

En Starbuck Coffee. Se encontraban reunidos para desayunar un grupo de jóvenes, que a simple vista se notaba su clase. Pues eran nada más y nada menos que los hijos de las familias más adineradas de Japón.

- Supieron lo de Juvia?- dijo una rubia con un cuerpo de infarto, una talla de sostén envidiable para cualquiera. Unos dulces ojos cafés y sonrisa amable. Lucy Hearthfilia. Quien alzaba su taza para tomar un poco de café.

- ¿Que paso con juvia?- dijo un chico cuyos cabellos oscuros estaban más rebeldes que nunca. Quien iba llegando justo para escuchar la pregunta hecha por la rubia. La rubia lo miro colocando su taza de vuelta en la mesa.

- No creo que a ti Gray, te importe mucho lo que suceda con Juvia, ya que si mi memoria no me falla, tu querido amigo ignoraste a Juvia por años- dijo Lucy no muy amablemente. Ella tenía conocimiento de los sentimientos de Juvia hacia Gray y la actitud de este ante ello.

- Bueno Lucy, ¿Por que te molestas? no es para tanto o si?, el idiota solo hizo una pregunta.- dijo Natsu Dragneel. Quien a diferencia de su hermano, tenía un cuerpo muy bien trabajado y definido, su inusual y alborotado cabello rosa unido a eso unos ojos color marrones casi olivas. Sonriendo, mostrando una perfecta y cuidada dentadura.

- ¿A quien le dices idiota? Idiota!- dijo un enojado Gray, ya que nadie decía que era lo que había pasado con Juvia.

- Pues a ti, maldito- dijo Natsu, comenzando a reír a carcajadas. Mientras que a Gray dos venas se le hinchaban en la frente. Estaba a punto de patearle el trasero a Natsu, cuando una hermosa pelirroja de cabello largo, cuerpo que no tiene porque envidiarle nada alguien y ojos marrones. Erza Scarlet dijo.

- ¿Quieren comportarse ya? Estamos en público. Que van a decir las personas si los hijos de dos de las familias más poderosas de Japón andan peleándose como niños en un café ¿ah?- sentenció la pelirroja. Los acusados palidecieron, pues sabían de lo que cierta mujer pelirrojo era capaz cuando se enojaba.