Alice Argent [Teen Wolf AU]

↣ Lean El Libro. ↢

Alice P.O.V.

Lydia y yo llegamos a la casa de Scott y, para mi sopresa, Theo también está ahí. Al parecer le pidió a Scott que lo dejara leer el libro junto con ellos porque quería "ayudar". Ahora no sé cuándo podré decirles antes de que sea muy tarde.

—Debería hacer que mi madre lo lea—dice Lydia tomando el libro—. Así tal vez recuerde que vio a una chica con cola que intentó matarnos.

—Claro, si de verdad funciona—comenta Stiles.

—Tiene que funcionar—suelta Lydia sin partar la vista de la portada.

—¿Eso que significa?—pregunto, pues Lydia lo dijo como si también ella quisiera recordarlos.

—Creo que los vi en mi cirugía—contesta—. Cuando veo la portada del libro, es como si...

—Un recuerdo tratara de salir—interrumpe Theo.

—Sí—dice Lydia mientras todos vemos a Theo.

—¿No es eso lo que Valack quería?—pregunta Kira mientras Stiles, Lydia y yo asentimos.

—Si ellos me hicieron algo, quiero saber qué fue.

Stiles toma una copia del libro y todos hacemos lo mismo. Tomo asiento en uno de los sillones que estaban solos y Theo se sienta a un lado mío, por lo que lo veo con el ceño fruncido, pero él me da una sonrisa demasiado falsa.

Pasadas unas horas mi vista ya estaba muy cansada, tal vez por el hecho de que ayer no dormí gracias a las voces. Dejo las páginas para ver a los demás y por lo visto ellos también están cansados.

—¿Alguien siente algo?—pregunta Scott haciendo lo mismo que yo.

—Cansancio—contesta Kira.

—Hambre—añade Lydia.

—Creo que se refería al libro—dice Theo.

Noto que Theo voltea su cabeza a medias, como si estuviera escuchando algo. Malia y Stiles están en la cocina preparando café y hablando, supongo que eso es lo que Theo intentaba escuchar.

Unos minutos después escucho a Kira suspirar y la veo haciendo un doblez en la página en la que se quedó y acomoda su cabeza en el brazo del sillón.

—No te estás dando por vencida, ¿verdad?—le pregunta Scott.

—Sólo voy a descansar mis ojos—dice Kira con voz cansada y apaga la lámpara que estaba a un lado de ella.

Pasados unos diez minutos noto que Lydia hace lo mismo que Kira y veo que Stiles se quedó dormido en el piso, mientras que Scott y Malia intentaban seguir despiertos pero sabía que en poco rato caerían dormidos, así que aparto las copias del libro y me recuesto en sillón. De todas maneras, yo ya lo había leído y volver a hacerlo no despertó nada en mí.

Theo había ido al baño, así que subo mis pies al sillón para estar más cómoda y me quedo profundamente dormida.

↣ ↢

Lydia me despertó por la mañana y veo que la mayoría ya se habían ido, excepto por Scott, Kira y ella. Tenían que ir a la escuela y por eso se fueron temprano, así que Lydia me lleva a su casa y se prepara para la escuela.

—¿Recordaste algo?—le pregunto mientras sale del baño.

—No—contesta algo desanimada—. Ese libro es muy confuso.

—Lo mismo pensé cuando lo leí por primera vez—digo, tomando la copia que me traje—. Hay algo que nos está faltando, como si fuera esencial para leerlo.

—¿Qué crees que sea?

—No lo sé, pero voy a investigar.

↣ ↢

Recibí un mensaje de Lydia diciendo que vendría por mí, pero no dijo para qué. Cuando entramos a su auto Stiles también estaba dentro y al parecer tampoco sabía muy bien la razón por la que salieron de la escuela.

Por fin Lydia nos explicó lo que había pasado: Tuvo un recuerdo, estaba en Eichen House y su abuela estaba metida en una bañera con un agujero en su cabeza, mientras un enfermero y su madre intentaban ayudarla.

Un hoyo en la cabeza, como el de la persona en mi visión.

—¿Qué estamos haciendo aquí si ya tuviste tu recuerdo reprimido?—pregunta Stiles mientras bajamos del auto para entrar al hospital.

—No fue el recuerdo correcto. Recordé a mi abuela en Eichen House. No tenía nada que ver con la cirugía ni con los Doctores del Pavor—contesta Lydia—. Y si leí el libro, ¿por qué no recuerdo todo lo que me pasó con ellos? Algo pasó en la cirugía, pero empiezo a creer que tiene que ver con que soy una Banshee.

—Tal vez no es tu recuerdo, Lydia—digo y ambos me ven con el ceño fruncido—. Es de alguien más.

Stiles P.O.V.

Todo parecía empeorar. No sólo que Lydia haya tenido ese recuerdo, sino también que Scott tuvo un ataque de asma y al parecer vio algo más, y ahora yo también lo estoy haciendo.

Lydia nos hizo entrar a la sala donde la operaron para tratar de buscar algún rastro o recordar algo de los doctores. El lugar estaba oscuro e intenté prender las luces pero no funcionaban, así que tuve que ir con la madre de Scott para pedirle que encendieran las luces del lugar.

—Hemos tenido problemas las últimas horas. Los de mantenimiento vendrán a revisarlo más tarde. Por ahora ese piso tiene luz de contingencia—contesta Melissa—. Pensé que eso era más de escuchar—dice refiriéndose a lo que Lydia trataba de encontrar en ese lugar.

—Auditivo, sí—digo—. Pero Lydia dijo que necesitaba la luz para ver lo que escuchaba.

Subo al elevador y es cuando empiezo a... ¿recordar? Veo a una mujer usando una bata y con la mirada hacia el piso, luego sale del elevador cuando se abren las puertas y yo la sigo. Algo en ella se me hace muy familiar, como si la conociera...

Ella sale hacia la azotea del hospital y se queda viendo hacia abajo. Por fin la reconozco. Es mi madre.

—¿Mamá? ¿Mamá, que estás haciendo?—pregunto y me acerco para ayudarla a bajar pero una voz me interrumpe.

—¿Claudia?—dice mi padre, caminando hacia ella—¿Qué haces aquí arriba?

—Ya no aguantaba estar en ese cuarto—contesta mi madre y se da la vuelta para ver a papá—. No con él viéndome así.

—Claudia...

—Él está tratando de lastimarme. ¡No me importa si no me crees, pero eso está haciendo! ¡Él trata de matarme!—grita mamá asustada y siento como salen lágrimas de mis ojos.

—No... eso no es cierto. Baja de ahí—le dice mi padre en voz baja y con mucha paciencia ayuda a mi madre a bajar—. Tienes que recordar que es una enfermedad. ¿Recuerdas lo que te hace la demencia? Te causa alucinaciones. Te hace pensar que la gente está en tu contra...

—Tú no ves cómo me mira—interrumpe mamá.

—Claudia, tiene 10 años.

—¡E intenta matarme!—ella voltea a verme y yo agacho mi vista para secarme las lágrimas, pero veo una sombra de niño en lugar de la mía—. Basta. Deja de verme así. ¡Basta!—suelta a mi madre y corre hacia mí para golpearme con sus manos varias veces hasta que caigo contra el suelo y ella continua, pero dejo de verla y me encuentro a un chico con colmillos y garras que intenta arañarme.