↣ Alice Argent, hermana menor de Allison Argent, fue mordida a los 13 años por un Alfa y al descubrir lo que su familia le hacía a los de su especie, escapó de casa.
Estuvo rondando por las calles muchos meses esperando convertirse en un licántropo...
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Alice P.O.V.
Decidí no decirle a Stiles lo que había escuchado, pues traería más problemas y nos quitaría mucho tiempo, así que ahora él fue con Deaton para enseñarle lo del sonograma y yo me quedé en la Comisaría.
Teníamos que encontrar la manera de hacer que Mason regresara y he estado pensando en eso por un buen rato, pero no se me ocurre nada que sea posible. No se nada sobre el mundo sobrenatural a comparación con lo que los demás saben, así que me siento demasiado inútil. Y la verdad creo que todos piensan lo mismo de mí.
Scott ni siquiera me creyó cuando le dije lo de Mason y decidió comprobarlo por si mismo, a pesar de que Stiles le pidiera que empezara a confiar en mí. Al fin y al cabo, para Scott mi único poder es gritar. Ellos ya tienen a una Banshee y les bastará con ella.
Estaba saliendo de la cafetería para entrar de nuevo a la oficina del Sheriff cuando algo me detuvo. Fue más con un impulso, ya que mis piernas no quisieron reaccionar y me quedé justo en la puerta, dejándome visible la entrada a la Comisaría.
—¿A quién dijiste que buscabas?—le pregunta la oficial Clark a un hombre frente a su escritorio.
—El hombre se llama Argent—contesta y siento escalofríos en todo el cuerpo; no sólo por su respuesta, sino por su voz. Específicamente su acento francés.
—¿DijisteArgent?—escucho al Sheriff Stilinski y lo veo en la puerta de su oficina.
Dejó que el hombre, Sebastien Valet, entrara y la puerta quedó abierta.
Saco mi celular rápidamente para mandarle un mensaje al Sheriff: "Ese hombre es La Bestia, no confíe en lo que le diga".
Me quedo recargada en el marco de la puerta con la mirada fija en la oficina del Sheriff, pues él ya había leído el mensaje.
Después de pocos minutos, Sebastien sale de la oficina y el Sheriff lo sigue algo asustado. Puedo ver que sostiene una pistola y al parecer Clark vio lo mismo, ya que se para de su escritorio muy alarmada.
—¿Señor?—dice ella.
—Clark, no—le ordena el Sheriff sin despegar la mirada de Sebastien.
—Detente en donde estás—suelta Clark, amenazando con sacar su arma, pero veo como Sebastien muestra sus colmillos y sus ojos se tornan de un azul muy brilloso.
—Deja que se vaya—dice el Sheriff elevando un poco la voz, pero Clark saca su pistola y apunta al hombre con ella.
Él suelta un rugido e intenta acercarse a Clark, hasta que ella y el Sheriff empiezan a dispararle, aunque él no parece ser afectado por las balas.
Regreso de inmediato a la cafetería y algunos oficiales corren hacia donde está el Sheriff para ayudar, pero sé que no pueden hacer nada. Ni siquiera yo puedo hacer algo...