↣ Sobrenatural. ↢

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Stiles P

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Stiles P.O.V.

Demasiadas cosas pasaron en sólo dos días. No sólo lo de Tracy y Lydia, sino también algo sobre la madre de Malia, la loba del desierto. Braeden me mandó una foto de varios hombres tirados en el piso desangrándose y todo eso lo hizo ella. Tenía miedo de enseñarle la foto a Malia, pero reaccionó mejor de lo que me esperaba.

Y también está lo de Alice. Aunque siento una conexión entre nosotros—y por ello confío ciegamente en ella—, ya no sé si de verdad siento algo o es cierto lo que me dijo, que sólo es simple curiosidad.

Traté de no hablar mucho por la mañana cuando ambos despertamos, la llevé hospital para que esté con Lydia y me iré a la escuela con Scott. Creo que lo mejor sería hablar con él de ésta situación.

Me estaba contando que ayer Deaton fue a su casa y le enseñó que las garras del hombre que había intentado matar a Scott eran de un águila y las garas que tenía Tracy eran de hombre lobo, pero sus escamas y veneno eran de un Kanima.

También habló sobre el hecho de que Tracy pudo pasar por el serbal sin ningún problema, y ninguna criatura sobrenatural puede hacerlo. Llegaron a la conclusión de que Tracy no era sobrenatural, pues no nació ni fue mordida para convertirse en una mujer lobo, o Kanima, o lo que sea, y lo más probable es que a ambos los creó alguien.

—¿Pero quién querría hacer algo así?—pregunto retóricamente.

—Alguien que quiere pasar la barrera de la ciencia y lo sobrenatural—dice Scott y el nota que muevo mi pierna con nerviosismo—. ¿Estás bien?

—No lo sé. Ayer le dije algo muy estúpido a Alice—contesto y Scott levanta las cejas con intriga—. Le dije que... que me importaba más que Malia y que... sentía algo cuando estaba con ella.

—¿Y ella que dijo?

—Que creía que solo estaba confundido y que ni siquiera la conozco como para que me guste—aún siento como un balde de agua fría al repetir esas palabras—. Por un lado tiene razón, muy apenas la conozco. Tal vez sólo sea atracción, pero eso es algo.

—Lo sé—suelta Scott y frunzo el ceño—. Cualquiera puede saber que te atrae, Stiles. Te comportas como cuando estabas enamorado de Lydia, eres muy protectivo, le dices lo primero que se te ocurre y tus ojos brillan cuando estás cerca de ella.

—¿Mis ojos brillan? ¿En serio?

—Y tú corazón se acelera cuando la ves, o hablas de ella. Como ahora mismo.

Ah, claro. Scott puede escuchar los latidos. Pero si escuchara los de ella, probablemente serían muy diferentes a los míos.

—Ella no siente lo mismo—digo, agachando la mirada—. Además, estoy con Malia y ella me quiere.

Las cosas podrán ser diferentes entre Malia y yo desde hace tiempo, pero no significa que debería tirar todo por la borda, no después de todo lo que hemos pasado.

—¿Y tú también la quieres?—pregunta Scott y esa pregunta se queda en mi cabeza todo el día.

Alice P.O.V.

Me quedé dormida en una silla cerca de la camilla donde se encontraba Lydia, quien al parecer ya está mejorando y podrá salir del hospital en poco tiempo.

Ahora tuve que explicarle a la madre de Scott lo mismo que le expliqué al Sheriff, y se quedó muy sorprendida cuando le dije quién era mi familia.

Me preguntó si no estaba segura de quién iba a morir y le dije que no, pero le aseguré que no iba a pasar porque yo lo evitaría. Me lo prometí cuando empecé a conocer mejor a la manada de Scott, porque ninguno merece pasar por lo que la persona en mi visión pasará.

—¿Alice?—escucho la voz de Lydia y de inmediato abro mis ojos.

—¿Necesitas algo?—pregunto, tallando mi ojo izquierda con mi mano.

—No—dice negando con la cabeza—. ¿Qué pasó con Tracy?

—Ella... murió—contesto y ella frunce sus labios levemente.

—¿Y tú estás bien?—pregunta, señalando el golpe de mi sien.

—Comparado con tu herida, el golpe que me dió Tracy no es nada, Lydia. No te preocupes.

—Tracy iba a abrir tu cuello con su garras, Alice.

—¿Qué?—suelto, algo confundida.

—Después del golpe te agarro por los hombros e iba a abrirte el cuello, pero algo la detuvo y te llevó a rastras hacia el sótano. Kira y yo pensamos que te mataría.

—¿Por qué crees que se detuvo?

—No lo sé, pero no te mató. Algo vio en ti que la hizo detenerse, como si supiera que no podía matarte.

—Lydia—dice la madre de Scott al entrar a la habitación con una bandeja en sus manos, la cual tiene un plato con avena, un jugo y gelatina—. No pensé que despertarías tan pronto. ¿Cómo te sientes?

—Bien—contesta Lydia tratando de acomodarse en la camilla—. ¿Cuándo me darán de alta?

—Pues, como estás estable a pesar de la cirugía, creo que en unas horas. Hablaré con el doctor y te avisaré en cuanto lo convenza, mientras tanto come lo que te traje—le deja la bandeja en sus manos y sale de la habitacion no sin antes darme una sonrisa.

—¿Ya le contaste?—pregunta Lydia, tomando el plato de avena.

—Sí, y también al Sheriff—contesto—. No fue muy fácil de entender, pero ahora saben que soy una Argent.

—Bien, dos menos de la lista. Ya veré cómo convencer a mi madre de que te quedes en casa... Por cierto, ¿dónde te quedaste ayer?

—En casa de Stiles. Malia no se vio muy alegre por la idea, pero me dejó su habitación y él durmió en la sala.

—Algo más pasó, ¿cierto?—dice Lydia, como si estuviera leyendo mi mente.

—Luego te cuento—digo y ella asiente, terminando su comida.

Stiles P.O.V.

Dieron de alta a Lydia como a las siete de la tarde y yo fui a recogerlas, ya que la madre de Lydia tuvo que ir a declarar a la comisaría sobre lo que pasó ayer.

Lydia se subió en el asiento del copiloto y Alice en el asiento de atrás, y durante todo el camino estuvo viendo por la ventana.

—Stiles, ¿qué pasó con Malia? Kira me dijo que ella vio a unas personas matar a Tracy, pero todos piensan que sólo estaba alucinando—pregunta Lydia.

—No lo sé, cuando bajamos al sótano encontramos el cadáver de Tracy pero Malia nos dijo que ella no lo hizo. Alice también estaba ahí...—ella aparta su vista de la ventana y nos ve con los ojos un poco más abiertos que lo normal.

—Yo... no lo sé. No sé si también estaba alucinando. También vi a esas personas, le inyectaron algo a Tracy y en cuanto cayó al suelo se largaron. Se escuchaba algo, algo como frecuencia... como la estática de la radio.

Llegamos a la casa de Lydia y la ayudamos a bajar del Jeep y a meterla a su habitación. Alice me acompaña hasta la puerta y parece que quiere decir algo.

—Stiles...—empieza cuando iba a abrir la puerta—¿Estás enojado?

—No—contesto calmado—. Pero la verdad no esperaba una respuesta así. Quiero que sepas que lo pensé, y aunque no te conozca muy bien, me... me gustas—admito, liberándome por fin de esa sensación de pesadez—. Pero si tú no sientes lo mismo, está bien. Sólo quiero que seamos amigos—trato de darle una sonrisa pero me sale más como una mueca.

—Me gustaría ser tu amiga—contesta Alice sonriendo levemente.

Alice Argent [Teen Wolf AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora