El increible mundo de Gumball

Malo.

-Buena idea- él menor acaricio su barbilla mientras fruncía sus labios.

-¿ya ves?- se encogió de hombros arrogante.- deberías acudir a mi mas seguido.- le sonrió levantando una ceja.

- Naah...- Tobías se levanto del asiento y comenzó a caminar lejos de donde estaban, dejando a un Alex totalmente confundido atrás.

- ¿te vas así como si nada? - levantó una ceja irónico.

-¿que, esperabas que nos hiciéramos trencitas y fuéramos felices sólo por haberme ayudado?- él menor se detuvo y lo enfrento cara a cara sonriendo con sorna.

-No, aunque podría considerarlo .- ladeó su cabeza con una sonrisa ladina mientras jugaba con su figurita de metal en él labio .- al menos esperaba un gracias, o si quiera un "adiós"- hizo él gesto de despedida con su mano.

- Esta bien. Gracias y, "adiós"- imito él gesto de Alex con una sonrisa irónica.

- ¿ y la recompensa donde quedó?- él mayor no dejó que él menor se fuera. Necesitaba atormentarlo un poco mas antes de dejarlo ir. Se divertía mucho con los insultos y la forma de domar que tenia él chico, la verdad es que al rubio le parecía buena forma de pasar él tiempo.

-que, ahora esperas un -se acerco acusadoramente al mayor, rompiendo la barrera de espacio personal, sorprendiendo al mayor. ¿de verdad le daría un beso?.- ¿te esperas una patada en los huevos?- levanto lentamente la rodilla Rozando suavemente la entrepierna del mayor, dejándolo con una completa cara de horror.

Si le llegaba a golpear en sus malditos huevos, se enfadaría, y mucho. No solo se encargaría de joderle la vida a Tobías, si no que muchas cosas después de la muerte también.

-da un paso atrás, y aleja tu rodilla de mis chicos, a menos que no quieras  mantenerte con un trasero virgen toda la vida.- aun con la vida de sus "chicos" a punto de tocar la muerte, seguía comportándose como un arrogante. Y no dejaría ver su lado débil de ninguna manera.

-por esa misma razón debería de reventarlos - apretó fuertemente sus dientes, haciéndolos rechinar, y bajando lentamente la rodilla de la entrepierna de Alex .-¿ pero sabes que?, te daré él gusto - le guiño él ojo.- me has ayudado, así que te preguntaré - hizo un ademán con la mano.- feo y estúpido demoniaco príncipe del infierno, oh digame usted como puedo reconpensarle tan estúpido gesto - se inclino en forma de respeto, que claramente no reflejaba él "respeto", si no que una burla hacia él mayor.

- aun así te haces él duro, solo admite que quieres que esté dentro de ti-  se comenzó a acercar al menor.

- callate ¿si?. Es obvio que no quiero eso, podría, pero de alguien que valga la pena, que sea mucho mas guapo, alto y encantador que tu - río sarcástico-  no te creas, demonio. - entrecerro los ojos- Me voy-.

Él mayor solo río ante la respuesta esquiva de Tobías. Le agradaba hacerlo enojar. Hasta que se dio cuenta de que Tobías se iba de a su lado, dejándolo atrás.

Alex acelero él paso casi corriendo y llego al lado del menor, lo tomo del hombro y Tobías se giro enojado ya resignandose a que no lo dejaría en paz, a menos que se vaya de esta ciudad. Esta pensando considerablemente irse...

-un beso- sonrió él mayor.

-¿que?-

- un beso, como recompensa, cabeza de chorlito- golpeo con su dedo índice la descubierta frente de Tobías.

-ah...- lo miro procesando lo que acababa de decir él mayor.- ¿y que si te digo que no?-

-pues, entonces pasara esto.- lo acerco de la cintura hacia el. Chocando ambos cuerpos.