perfecto

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-¿Como que te creías Harry Potter?- es mamá quien interroga con una sonrisa sincera.

Cabe de más decir que todos recibieron con muchos besos, abrazos y golpes por parte de Ross por haberla asustado de esa manera. Papá y mamá lloraron de felicidad al tenerlo de vuelta en casa y yo, yo dejé que lo disfrutaran. Quiero que ellos esten felices ya que yo tengo tiempo de sobra con él. -dejo escapar una sonrisa -

-Si mamá, es que te lo juro por Dios que creí que estaba en el cielo siendo atendido por ángeles y que podía hacer lo que se me diera la gana- vuelve a inhalar aire para seguir con su cuento- y también se me había olvidado que tenía familia y todo - se entristece y de un momento a otro muestra una sonrisa radiante llena de felicidad - pero de no ser por este Frodo que me llenó de insultos en el hospital - me mira y me regala una sonrisa seguida de un suave golpe en el hombro - hubiese seguido haciendo mi magia con mi escoba - se ríe nervioso rascando su nuca.

-No sé de donde sacaste esa idiotez hijo - habla papá llevándose las miradas incrédulas de todos en la mesa.

Por que si de estupidez humana estamos hablando, papá no debería opinar por nada en el mundo y es más que obvio que la estupidez fermentada en el sistema de Gumball lo sacó de él. Me pregunto como hubiese sido Gumball si otro espermatozoide hubiese llegado antes que él. ¿Más centrado? ¿Más desordenado? ¿Un idiota más grande? Nadie sabe.

-Lo bueno es que lo tenemos de vuelta- a mamá se le resbala una lágrima de felicidad - tanto que te extrañamos hijo... tus estupideces y tu todo - lo abraza y Gumball le corresponde frotándole la espalda, sumándose papá, luego Anaís y Ross que lo abrazaba por una pierna y yo que le regalé un beso en la frente descubierta y le tome de la mano.

-En resumen todos te extrañamos idiota - suelto - pero no se aprovechen mucho que Gumball es mío y me pongo celoso - todos rieron y se alejaron.

-creo que debería ir a bañarme - sonríe - me siento asqueroso quizá que hicieron conmigo en el hospital - abre de par en par sus ojos- y si me sacaron parte del cerebro para hacer un Frankstein o me sacaron sangre de más para poder clonarme o peor aún -se lleva una mano a la boca. Y aquí comienza de nuevo su estupidez - ¿y si los extraterrestres experimentaron conmigo para saber sobre la raza humana? Ay no ay no - se levantó de la mesa dirigiéndose a la cocina en busca de algo, llevándose la mirada de desaprobación de todos. -Necesitamos cascos de aluminio ya, pueden leer nuestras mentes o ET puede estar llamando a casa- se muerde las uñas.

-Gumball, querido - sonríe tetricamente Ross- se que aún puedes estar un poquitín convaleciente, pero eso no me impide el querer golpearte - cierra su puño delante de sus ojos- Ahora ve a bañarte antes de que mi puño llame a casa en tu cara - Gumball la mira aterrado y dale disparado escaleras arriba hacia el baño con una dona es su boca.

Todos ríen al ver la reacción de Gumball y se quedan abajo comiendo lo que queda de donas y yo sigo a Gumball escaleras arriba.

-Hey, retrasado- le llamo y se vuelve hacia mí con una toalla en sus hombros antes de entrar al baño - ¿Necesitaras ayuda en la ducha? - le sonrío pícaro a lo que el sonríe mordiéndose la comisura de su labio inferior.

-Las ayudas caritativas nunca se rechazan- me revela una sonrisa ladina - bienvenido seas - abre la puerta y me hace un gesto para que entre a lo que hago caso siendo seguido de él, quien cierra la puerta con pestillo tras de sí.

-¿Que comience el juego?- poso todo mi cuerpo en los azulejos del baño sonriéndole mientras veo como se quita la camiseta.

-Que comience el juego- dice como respuesta y se acerca feroz hacia mi devorando mis labios y cuello.

El increible mundo de GumballDonde viven las historias. Descúbrelo ahora