-Gumball- hablaba Darwin revolviendo todos los cajones en donde guardamos nuestra ropa.
-que quieres ahora pesado- respondía recostado boca arriba en mi cómoda cama.
Al estar así de cómodo no me dan ni ganas de ir a esa tonta fiesta, además ¿dijo que sería a las 7:00? no recuerdo muy bien, pero no pienso irme antes, me iré con Darwin. No pienso dejarlo ir solo con Tobías. Ese raimbow dash tiene manos largas.
- ¿sabes en donde esta mi vestido de fiesta?- se volteo a mirarme con una pose demasiado femenina diría yo. ¿Y a este que mosca le pico? más bien creo que le pico la cobra gay.
-¿vestido?- le mire atontado, todavía no procesaba muy bien, ¿que quería hacer con un vestido?- Darwin, eres hombre, mama nunca te hubiese comprado un vestido...
-ay ya... déjame ser divina ¿si? - rio y abalanzándose sobre mí.
-aquí la divina soy yo querido- corrí mi cabello hacia atrás divinamente.
- no, yo soy la divina - rio esta vez juntando sus labios con los míos en un dulce y tierno beso.
Yo lo abrace y lo apretuje en mis brazos, no quería que pasara este momento jamás, era mío. Es mi divina.
-a todo esto, ¿por que querías "un vestido"? - dije haciendo comillas con mis dedos.
- aun así eres un tarado ¿verdad?- rodo sus ojos- lo dije para que rieras, ya que andabas un poco bajonado y te veías muy aburrido. Además viviendo contigo se pega lo enfermo mental-
-hey yaa... para que con esa maldad - hice un puchero aun abrazándolo fuertemente contra mi cuerpo.
- te quiero Gumball- beso mi mejilla.
- y yo a ti- divague en un beso desde su cuello hasta su boca.
Fue un beso largo y tierno, lleno de sentimientos... pero ¿ah? ¿Que es eso? ¿Por qué parpadea una luz roja sobre el techo?
Pare el beso y me acerque a ver.
- ¿que ocurre Gumball?- pregunto al haberme alejado de el
- mira eso, hay una luz roja parpadeante en el techo- apunte con mi dedo índice.
Ambos nos acercábamos con cada paso lleno de curiosidad. Me subí a un mueble cercano para alcanzar el techo. Acerque mi mano a esa cosa y la arranque de ahí. Era una cámara, alguien nos vigilaba, lo sabía, son ellos.
Darwin y yo nos miramos sorprendidos.
-esto solo se puede significar una cosa- dije.
- Ross y Anais pusieron cámaras para vigilarnos/ los alienígenas buscan información humana- dijimos al mismo tiempo.
-¿es enserio?- me miro enarcando una ceja. - ¿aliens? -suspiro- bueno, eres tú. Que se le puede hacer a algo que es de nacimiento.
- pero piensa lógicamente- defendía mi hipótesis- los alienígenas de verdad podrían querer dominar el planeta y destruir nuestra especie, para vivir en la tierra y...- no alcance a terminar, pues Darwin me había callado con una mano sobre mi boca, a la cual yo lamí y mordí para que me soltara. Y funciono-
-auch- se quejo Darwin- te calle, porque solo dices idioteces. Es obvio que Ross le dio la idea a Anais. Vayamos a ver a la habitación de Anais, pero tendremos que ser silenciosos- termino por decir para ir de puntillas a la habitación de Anais sin hacer ni el mas mínimo ruido.
Ambos nos dirigimos silenciosamente a pasos cortos tal cual como los velocirraptors de jurassic park. Llegamos y asomamos nuestras cabezas por la puerta y vimos un cuarto oscuro con una pantalla sin señal que trataba de ser reparada por Anais y Ross. Darwin me hizo un gesto de silencio para que escucháramos lo que decían.
ESTÁS LEYENDO
El increible mundo de Gumball
Fanfiction¿Que haces viendo esta descripción?, si te gusta esta pareja, sera mejor que la leas, te gustará ;)