El increible mundo de Gumball

~El mejor regalo~

¥•¥•¥ al cabo de media hora ¥•¥•¥

-Oouch... -soltó Gumball, despertando de su desmayo y sobando su cabeza- mmm.... Ese perro... desde hoy me declaro odiante de esas bestias - comenzó a hablar solo sentado en la camilla.

A la habitación llega Nicole, su madre y una enfermera tras de ella, con una bandeja que traía agua y unas pastillas. Se veía preocupada, pero el brillo de felicidad y esperanza aun perduraba en su mirada, al ver como Gumball se encontraba de la mejor manera posible.

-¡¡Gumball!!, ¿ya estas mejor? -lo arrullo en un gran abrazo.

-S..si mamá, pero,¿ podrías soltarme?, me haces daño -comenzó a tratar de alejarla a empujones.

-Oh si,si -esta sonrió aliviada alejandose- por cierto, no te preocupes del perro, me encargue de que tu padre lo llevara a regalar a otra persona -sonrio.

-Oh,esta bien -su mirada era triste, de todas maneras en el poco tiempo, igual le tomo cariño a Pocky.

-Perdón por interrumpirlos, pero el doctor, dijo que el chico debe tomarse estas pastillas, para disminuir los dolores de cabeza que empezará a tener constantemente -dijo entregándole un vaso con agua y pastillas a Gumball-

Gumball cogió el vaso y las pastillas, metió las dos pastillas a su boca y se las traga acompañadas del agua, luego de eso la enfermera sale de la habitación sin antes decir -pueden irse, el chico esta bien- Gumball y su madre se dirigen al auto.

Nicole ve que Gumball tiene una cara triste y decide preguntarle:

-¿Que ocurre?,¿porque esa cara?,¿es por el perro? Lo siento pero el no podía segui... -fue interrumpida por Gumball.

-No, no es exactamente por eso -decía mirando por la ventana del asiento del copiloto- es... Es que yo pedía una mascota, para tener un compañero, un fiel amigo...-comenzo a jugar con sus dedos- ¿mamá? -la miró fijamente-

-¿Si?,¿que ocurre? -interrogó con la mirada fija en la carretera-

¿Porque no me hacen tu y papá un hermanito? -propuso de la manera mas inocente que pudo.

-Gumball, eso... Eso es muy precipitado, y no creo tener las condiciones como para tener otro bebé - su mirada se volvió a Gumball, negando su petición.

-Oh... Entonces... me conformó con una cacatúa -volvió a mirar nuevamente a través de la ventana, contando los arboles que pasaban.

Pero, si quieres un hermanito, te lo puedo dar, ¿que tal si adoptamos a uno? -propuso con una sonrisa- este si que sera tu regalo de cumpleaños, haremos los papeles de adopción hoy -sonrio mirando de reojo la reacción de Gumball.

-¡¿Enserio mamá?! Enserio que te quiero tanto, por fin tendré un fiel amigo, ¡no!, Será un hermano , ya que los de la escuela son solo amigos pasajeros ¿no? - decía con una sonrisa mas grande que el gato de cheshire, mostrando sus lindos colmillos- estoy tan, tan, taaaan ¡feliz!-

Gumball y Nicole llegaron a casa encontrandose con un Richard y una Anaís preocupados, vieron que Gumball estaba mas que bien al verlo tan contento entrar por la puerta principal y dando saltitos. Gumball al ver a Anaís, corrió hacia ella y le contó sobre que tendrán un nuevo hermanito, Richard a escuchar eso se quedo boquiabierto y dirigió su mirada a Nicole, esperando una explicación, pero Nicole solo hizo un gesto de manos indicándole un "te explico luego" y haci fué, le explico todo a Richard y dejaron a Gumball y a Anaís al cuidado de la abuela Yoyo, mientras ellos irían a hacer los papeles de adopción.
Al cabo de casi dos horas Nicole y Richard llegaron acompañados de un pequeño niño, meses menor que Gumball, de piel dorada y tersa, pelo naranja y unas graciosas y lindas branquias asomándose detrás de sus orejas. ese chico, era mitad pez, ese chico se llamaba Darwin. El nuevo integrante de la familia y el mejor regalo que Gumball pudo haber recibido alguna vez en la vida.