Todos los sábados por la mañana acompañaba a mi madre hacer las compras de la semana, ella le gustaba mucho consentirme, y hacerme sentir vergüenza frente de todos. Ella no hablaba en lo absoluto de mi padre, desde que se fue ella forzaba una sonrisa para hacerme sentir bien. Tenia a la mejor madre de todas.
-Hijo, se me olvidaron los tomates. Ve y trae dos bolsas, pero rápido que ya casi nos toca- me dijo calmadamente. Yo asentí y fui a paso rápido por ellas, como iba mirando al suelo, no pude ver a la persona que tenía frente a mi y tropecé con él, cayendo los dos al suelo, y justamente él, Taeyong con su rostro a centímetros míos, porque si, no iba a caer solo, lo jalé pero sin intención. Juraba que no sabia que era él.
Pude apreciar sus labios definidos, y su mirada puesta en los míos.
-Perdón, no te vi.- él se levantó y me extendió su mano.
-No, fue mi culpa.
-¡Yo fui el que tropecé! En serio, disculpa- dije alterado. Le di la espalda para irme en busca de los tomates, pero Taeyong agarró mi muñeca, impidiendo mi paso.
-Espera, debo decirte algo.
-¿A mi?
-Si, pero aquí no. Te parece si nos encontramos en el parque, donde está la pista de patinetas. Hoy, a las seis. Te espero, Ten.
Taeyong me fijó una cita.
Me devolví a donde mi madre, para irnos a casa, ella estaba en caja pagando.
-¿Y los tomates? No me digas que los dejaste, Chittaphon, entonces que carajos andabas haciendo, eh.
-Lo olvidé- le sonreí. Me volteó su mirada.
~
Llegando a casa, dejé todas las bolsas en la puerta y corrí donde DoYoung, toqué muchas veces el timbre y cuando me abrió su padre, lo saludé rápidamente y subí las escaleras, abrí la puerta de su cuarto y entré.
-¡No puedes creer lo que pasó, DoYoung! ¡Taeyong me invitó a salir!- le grité.
-¿Taeyong el gay?- asentí. - Y qué le dijiste, ¿aceptaste?
-Me quedé mudo, amigo. Él solo me dijo la hora y el lugar, me dejó con la palabra en la boca.
-¿Irás?
-P-porque no...-comencé a morder mis uñas. La incertidumbre me carcomía, debía ir o dejarlo plantado, mi cabeza estaba hueca.
~
Le pedí prestada algo de ropa a DoYoung, él me maquilló un poco, y además me peinó el cabello, según él tenia todo el estilo del momento.
Estaba sentado en el césped, cerca de un árbol en donde las florez caían y se veía todo de película. En realidad estaba imaginando cosas que sabia que no ocurrirían, como qué pasaría si Taeyong me besara, entraría en una confusión total con mi sexualidad, porque vaya que no era gay. No, para nada.
-Hola, ¿esperaste mucho?
-Oh no, no, no, acabo de llegar.- Había estado allí mas de veinte minutos, una mentira piadosa no mata a nadie.
-Vayamos al grano, bueno, yo iré al grano, lo que debo decirte es que...-vaciló por un momento, sacando un gran suspiro - ¿me ayudarías a practicar una nueva coreografía?
Pestañee varias veces, rodé los ojos a varios lugares y después conectamos nuestras miradas.
-C-claro, porqué no- sonreí.
-¡En serio! Gracias, gracias, eres genial. Es que me encanta como te mueves, Ten, me gustaría bailar como tu, cada vez que te veo en clases puedo sentir tu poder, el como te llenas de inspiración y sientes esos movimientos. Me encantaría poder sentirlo igual. Y me dije...¿por qué no invitarlo a bailar conmigo?
-Estoy muy agradecido que me tengas en cuenta, el que tu me observes bailando es muy satisfactorio- respondí tímido.
-¿Por qué? ¿cual es la satisfacción que sientes?
Y allí me jodí. Hablar por hablar, no saber que decir cuando estas con la persona que te hace poner nervioso. Y no es que sea amor, pero aun sentía vergüenza por lo de la mirada a su trasero.
-Ah...que puedo decir, tu eres uno de los mejores bailarines, por eso, si.
Taeyong me miraba con esos ojos negros, esos ojos que te hacían delirar, e igual como antes, abría y cerraba la boca como si quisiera decir algo, como si quisiera confesarme algo, pero siempre callaba. Se relamió los labios y miró al cielo.
-"Creo que los bailarines clásicos se ponen de puntillas porque al mismo tiempo están tocando la tierra y alcanzando el cielo."* ¿alguna vez lo has escuchado? -Yo negué. -Es de un libro, recuerdo cuando lo leí, yo estaba aún pequeño, desde allí me encanta bailar. Porque si le prestas atención, yo, nosotros como bailarines al colocarnos de puntas significa que deseamos llegar a un destino, a ese en el que triunfas y llegas a lo mas alto, arrasando cualquier obstáculo. Estás en la tierra, si, pero a la vez tocas el cielo, tocas esa luz con la que resplandeces y te sientes bendecido.
Todo lo que decía hizo volverme loco, esas palabras tan puras que salían de si, era como un ángel. Me fascinaría que triunfara, que tocara el cielo pero siguiera aquí en la tierra, para aplaudirle y lanzarle rosas.
-Que bello fue todo lo que dijiste- sonreí- ¿sabes? A veces por como vemos la vida así somos recompensados, y créeme Taeyong, si sigues pensando y hablando así te irá muy bien, porque no es solo sentirse seguro de ti mismo, sino sentirte acompañado y amado, porque eso es lo mas importante, el amor. Sin el no somos nada.
***
Hola! Muchas gracias a todas por leer, y saber que están recibiendo bien el fic :D Espero sus comentarios c:
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Once Again - NCT (TAETEN)
Fanfiction-¡No puedes creer lo que pasó, DoYoung! ¡Taeyong me invitó a salir!- le grité. -¿Taeyong el gay?- asentí. - Y qué le dijiste, ¿aceptaste? -Me quedé mudo, amigo. Él solo me dijo la hora y el lugar, me dejó con la palabra en la boca. -¿Irás? -P-porque...