Once Again - NCT (TAETEN)

16.

Los dos días habían pasado muy rápido, llegó la hora de que Mark se marchara y DoYoung volvió a llorar. Traté muchas veces de contactarme con Taeyong, llamadas que no contestaba, le dejaba recados con Jaehyun, incluso fuí a su casa, pero nadie abrió.

Acompañamos a Mark al aeropuerto, yo con una sonrisa, pero por dentro destrozado, extrañando a mi otra mitad, y ahora seria peor, ver a uno de mis mejores amigos partir, ¡me deprimiría mas que nunca!

-Cuídate, ¿está bien? Uh, soné como mi madre- dije.

-Los quiero chicos, esta vez andaré comunicándome mas frecuente. Nos vemos en las próximas vacaciones- sonrió. DoYoung formó un espectáculo cuando Mark entró, se tiró al suelo gritando su nombre, por Dios, estaba muriendo de vergüenza. A la final tuve que llamar a Jaehyun para que viniera a consolarlo, de paso le pregunté sobre Taeyong y me dijo que estaba en su casa, haciendo nada.

-¿Puedes decirle que venga hoy?- Jaehyun asintió.

Cuando entré a mi cuarto, me lancé a la cama, mirando el techo, imaginándome a Taeyong a mi lado, haciéndome reír hasta el cansancio. Las ganas de llorar me invadieron y cayeron se una en una. Hacía un berrinche por un estúpido que su celos había jodido todo lo bueno que llevábamos.

Me senté y pude notar que en el espejo había una hoja, me acerque y la tomé. Era de Mark.

Hola Ten, cuando leas esto ya estaré en el avión de vuelta a casa.

Te escuché hablando con DoYoung, de que por mi culpa tu novio se peleó contigo, no fue mi intención que sucediera tremendo problema, espero que me llegues a disculpar algún día.

No lo sé, pero desde que Taeyong se marchó, tu sonrisa no era igual, estaba apagada, como si le faltara esa luz que es típica en ti.

También espero que Taeyong me disculpe, y para reconfortarlo, no dejaré que agarres mas mis mejillas, te lo advierto, Chittaphon.

Te aconsejo que vayas donde él y hablen, porque hablando todo se soluciona. Y nada, era todo, te quiero.

-Idiota- susurré.

Leer la carta de Mark me dieron ánimos para ir y enfrentar la realidad, tomé mi chaqueta y bajé, en busca de Taeyong. Cuando abrí la puerta estaba allí, con el brazo arriba y su mano empuñada, a punto de tocar.

-Taeyong...

-Hola- dijo apenado.

-Pasa.

Cerrando la puerta tras de si, me llenaba de rabia, era injusto, lo era. Que pretendía él, que cada vez que sus celos quisieran hacer estragos en nuestra relación pasaría, no, y le dejaría muy en claro todo lo que sentía.

-Mira, Taeyong. Mark es solo un buen amigo, lo conozco de muy pequeño, y mas que amigos somos como hermanos, para que solo vengas tu y me dejes como una mierda allí en la cocina, con la palabra en la boca porque a ti te dan celos que le toque sus mejillas, ¡sus putas mejillas! ¿entiendes? No me parece tu reacción, es muy inmaduro de tu parte. ¿Y sabes cuanto he sufrido porque te he tenido lejos estos dos días? Ni señales de humo me mandaste, me siento impotente, destrozado, roto, uh, dañado. Usado.

Le gritaba con las pocas fueras que me quedaban, las lágrimas bañaban mis ojos, y la falta de aire se hacia mas fuerte.

-¡No puedes ser así, tan egoísta. No creí que fueras de ese genio, pero te conozco mas, aprendo y te juro que no se me olvidará! Y sabes porqué me duele, Mark me escuchó hablando con DoYoung de ti, de lo que pasó ese día, y me dejó una carta diciendo que fuera y me reconciliara contigo, y justo fue lo que salí hacer, porque te quiero. Y si estas otro día lejos de mi, preferiría dormir y no abrir mas los ojos.

-Perdóname Ten, y si, merezco todas esas palabras, porque en verdad me comporté mal contigo y tu amigo. Perdóname y si sigo así, prefiero que no me merezcas, porque tu debes estar con alguien que se perfecto, alguien que te quiera mas de lo que yo te quiero- decía llorando- ¡Pero te vi tan feliz con él, que estaba ardiendo de celos, y me dije porqué no lo haces como él, así de feliz tal vez no sea un buen novio, Ten.

-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y no me cansaré de decirlo. A ti, a mi mamá, al mundo, que se enteren que eres el mejor.

-Entonces... ¿Me perdonarás?

Asentí.

Llegó a mi y nos abrazamos. Cubriéndonos el uno al otro como si no hubiera mañana, Taeyong inhaló en mi cuello, llenándose de mi olor, de mi esencia. Por todo el rato que pasó no paró de llorar, aun unido a mi repetía una y otra vez que estos dos días los sintió infinitos, que extrañó hacerme sonreír, escuchar mi voz, y sentir mis manos acariciándolo; extraño además mis besos, y yo extrañé los suyos, por lo tanto, tomé la iniciativa y junté mis labios a si, dando suspiros y sonrisas de por medio.

-Te amo, Taeyong.

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¡Gracias a las que me dejaron su comentario! igual a todas por leer c: