Llegué al lugar donde trabajaba. Clarise se alegró mucho de verme y me pregunto si me encontraba mejor. Es cierto que me había pedido la excedencia y eso me alegró. Clarise me dio un formulario que debía rellenar y entregarle a Bryan, mi jefe.
Bryan era un hombre muy guapo, pero no era mi tipo, especialmente porque era mi jefe y mezclar lo personal con lo laboral no me parecía lo más correcto.
-Mel, me alegra verte. ¿Cómo estás?
-Bryan, ya me siento mejor y quería regresar al trabajo.
-Eso es genial. La verdad es que empezábamos a echarte de menos.
-Yo también extrañaba esto.
-Sí, bueno… Pero si no te encontrabas bien y necesitabas un descanso…
-Ya me siento bien.
-Genial… Por cierto, me gustaría que nos pusiéramos al día respecto a los nuevos proyectos. ¿Te invito a comer algo o ya tienes algún plan?
-No… Podríamos ir a comer algo.
-Muy bien.
Bryan me sonrió con ganas y me sentí… Extraña. Yo sabía que había estado en Rusia y que había conocido a Gherard y había hecho cosas con él, además de enfrentarme a otras personas por su causa. Si yo estaba aquí era porque ellos estaban tramando algo en Rusia y lo iba a averiguar, pero también iba a vivir mi vida como antes.
Cuando llegó la hora en la que terminaba el trabajo, Bryan pasó por mi despacho para salir en dirección al restaurante. Solo teníamos que atravesar el bello paisaje de Central Park para llegar allí. El día era bastante frío por lo que me abrigué por encima de mi abrigo rojo y al poco tiempo, Bryan pasó su brazo sobre mis hombros. Tal vez, intentar algo con Bryan me ayudaría a olvidar a Gherard, a Charlie y todo el mundo de drogas que había tenido que conocer como testigo.
-Pareces preocupada por algo. ¿Estás bien?
-Es que… No me pedí la excedencia por una enfermedad…
-¿Entonces?
No pude soportarlo y le conté todo lo que había pasado. Por supuesto, se quedó de piedra, pero todos habíamos visto entrar a Gherard en la oficina por lo que pude confirmar que Charlie me ocultaba algo, pero pensé que también era hora de vengarme de él por lo que intentó hacerme y por todo lo que hice por su culpa. Por suerte, cuando le conté todo esto a Bryan él no me tomó por loca, al contrario, intentó apoyarme todo lo posible y sabía que era sincero en eso.
Llegamos al restaurante donde íbamos a comer y lo hicimos entre risas y anécdotas. Bryan tenía muchos asuntos de trabajo que comentarme, al igual que cosas sobre su vida, que no había cambiado mucho en mi ausencia, al igual que sus sentimientos por mí. Suspiré cuando llegó a ese tema, pero pensé que si Gherard me había alejado de él era porque él no sentía nada por mí y seguro que eso le venía bien para intimar con Jenny sin tener que darme explicaciones o tal vez lo hacía porque quería protegerme de algo que me había ocultado. ¡Odiaba seguir sin conocer a Gherard lo bastante para deducir sus planes…!
…
La ausencia de Melisa en mi vida era insoportable. Yo realmente la quería y si la alejé de esto era para poder vengarme de Fernando sin que ella sufriera ningún daño, solo quería protegerla, pero la conocía y sabía que estaría pensando en cualquier cosa menos en el motivo real. A mí tampoco me parecía correcto hacerle pensar que todo lo que había pasado era irreal, pero lo haría hasta arreglar el asunto.
Eso sí, no había pensado en lo que haría después de solucionar todos mis problemas. Bueno, había pensando en algunas cosas, pero podía pasar mucho tiempo hasta que yo solucionara el asunto… ¿Y si ella llegaba a creer lo que Charlie se empeñaba en decirle para protegerla? ¿Y si ella se enamoraba de otro?
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Odio amarte tanto
RomanceNo era la primera vez que mi hermano se metía en un lío. Tampoco era la primera vez que intentaba sacarle del problema. Sin embargo, esta vez, la solución a sus problemas me llevaría a enfrentarme cara a cara con mis miedos y mis sentimientos, me l...