Los Mc'Daniels -Capítulo 2

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-Hola Laurita ¿me extrañaste?

-Hola Valeria Di'Binchi Cour , Prima de la más grande mafiosa de Italia ¿qué haces aquí? Estas muy lejos de Francia o ¿estas tan zorra que ya ni allá te reciben?.

-querida nadie perdería la oportunidad de acostarse conmigo y menos un francés.

-¿que haces por aquí Cagna?

-¡¡¡no me hable en Italiano que sabes que no entiendo!!!

- una Italiana no sabe su propio idioma, eso da mucha pena. Eres muy mala.

-yo no soy mala.

-sei male

-Puta no me hables italiano que no entiendo.

-lárgate de mi casa ya mismo o -en ese momento saque mi pistola y le apunté entre las cejas-oh te vas de aquí pero en ataúd.

-sólo vine a avisarte que otra mafia las esta buscando, Mc'Daniels creo que es esa.

Los Mc'Daniels ehh, la segunda mafia importante de Italia, no deben de estar cerca y si la muy pendeja de mi prima me miente, me largo a Francia y la mató yo misma.

-ok, ahora largate.

Valeria Cour es mi puta prima, alta de piel clara y ojos negros con cabello castaño y ropa de puta.

Es la prima que cada persona tiene, puta pero la maldita es hermosa.

Ell es la única Di'Bichi que odia el apellido y se lo quitó, se puso el apellido de su madre "Cour" su madre es francesa y ella se quiso ir a Francia a estudiar y por hay derecho se quedo putiando.

¿los Mc'Daniels? Okay, hackemos haber que encontramos.

Llame a Aleja y Cassabdra y introduci los códigos y entre a sus sistema, y lo que veo es increíble, ellos nos van pisando los talones están a sólo unas calles de aquí, ¡¡¡nos encontraron!!!.

-chicas la mafia Mc'Daniels esta sólo a unas calles de aquí, nos estaban buscando y ya nos encontraron.

-quedemonos, peleemos y rompamosle en culo y luego les sacamos información, o los secuestramos y hacemos que se unan a nosotras.

-estoy de acuerdo con Cass, no podemos huir, si eso es lo que decías, tenemos que quedarnos y dar la cara.

-okay, no ibamos a huir pero seamos inteligentes, son hombres, mas fuerza fisica en una pelea cuerpo a cuerpo perderiamos asi que voy a poner armas en lugares específicos y ustedes dos vayan y llenense de armas, en cualquier momento atacan.

En ese momento sonó el timbre, yo fui y preparé mi Glock, cuando abrí vi a mi estupida prima.

-¿que quieres?

-ellos lo saben... los Mc'Daniels saben que quieren y donde estas... vienen por.... ustedes-dijo y se desplomó en el suelo con una mancha de sangre en la parte baja del estómago, bueno, no la tuve que matar yo, siempre había sentido deseos de matarla, desde pequeña y ahora inconscientemente lo hice.

En cuanto levanté la vista vi a 4 hombres, más bien chicos que venían para acá, todos vestidos de negro y caminando como los putos reyes del mundo, sabía por instinto que eran los Mc'Daniels pero hay que reconocerlo están muy violable todos, de ellos dejó que me den Matemáticas, el 69 para ser precisos.

Cass y Aleja llegaron en un segundo con dos armas en cada mano y me pasaron dos mi.

-¿las Di'Binchi? Pero si son más bellas de lo que me imaginé.
-¿los Mc'Daniels? Dios, si son bellísimos.
-no estamos. Aquí para eso, nos obsesionas Laura Di'Binchi o por lo menos a mi.

Sabía sus nombres pero el más hermoso era Manuel Mc'Daniels, el líder de la mafia, sabía que era por un año o menos mayor que yo.

Los demás se llamaban Martín que se parecía a un emo, Devond que es Ruso y Edward que es el hermano de Manuel.

-¿que hacen aquí? Están lejos de casa. -vinimos por ustedes, y si no aceptan por las buenas. Dijo Edward y me apunto con la pistola entre las cejas, instintivamente le apunté las dos que tenía al igual que mis amigas-se van de su casa en un Carro funerario.

-vamos hermano son tres chicas con 6 armas, nos superan en número.

Ellos bajaron la Guardia y nosotras los amarrados con bridas para cables y les pusimos trapos en la boca, les pusimos una pistola en la cabeza y los entramos a la casa y bajamos al sótano que es más una cámara de tortura.

-¿porque están aquí?. Dijo Aleja
-nos obsesionamos con ustedes, tres chicas dueñas de la mafia más famosa e importante de Italia, es interesante.

Sabía que ninguna de las tres les creíamos, algo tramaban y era algo gordo.

-les propondremos un trato, ustedes se asociaran a nosotros y vivirán aquí, espero que acepten, de lo. Contrario saldrán de aquí en ataúd. Dijo Cassandra
-no les daremos a elegir ellos trabajarán con nosotros, les guste o no. Dije

Aleja se quedo callada, ella sabía que si yo hablaba era eso lo que hacian, quicieran o no.

Mi vida era un constante amenaza y asesina pero nunca en mi vida sentí deseos de no asesinar a nadie.

-nunca nos asociaremos a ti, belleza.

Entonces un plan macabro paso por mi cabeza, me le senté ensima a Manuel y las otras tres chicas hicieron lo mismo, dejando a uno sólo el cual fue Edward.

Cassandra a Martín, Aleja a Devond y yo a Manuel.

Nos le restregamos y ellos balbuceaban y gemian hasta que al final terminaron aceptando, encantó femenino.

Puse el sistema de seguridad que si intentaban salir les pasaría una descarga eléctrica.

- bien dormiremos así :Devond con Aleja, Martín con Cassandra, Edward sólo porque no hay más mujeres y Manuel y yo ¿entienden?.
-necesitamos ropa. Dijo Manuel
-iremos a comprar ahora pero primero necesito a las tres chicas aquí. AHORA.

Nos alejamos de ellos que nos estaban viendo y seguro querían escuchar, porque o sea, tres chicas los secuestramos.

-chicas, no les quiten la vista de ensima y no se les separen a quien les toca dormir, yo me encargaré de los hermanos, sabemos que ellos son guapos así que a quien se les acerqué las amenazan ¿entendido?

-claro. Dijeron al unísono.

Volvimos a su lado y salimos de la casa, le puse la clave de seguridad y nos montamos en los autos, esta vez los dejamos conducir, en el primer auto iban Cassandra con Aleja, Devond y Martín.
En el otro íbamos Edward con Manuel y yo.

En el camino nos encontramos con un policía y nos detuvieron, todos los que íbamos teníamos antecedentes y nos buscaban.

-¿ustedes no son los Di'....?. No pudo terminar por que yo le dispare entre las cejas y luego Manuel en el estómago.

-arranca bruto, ¿no ves que nos rodean?

- ya voy pero no me digas bruto.

-¡Yo te digo como ha mi se me da la regalada gana!

Arrancó a toda velocidad al igual que Devond que es el que iba manejando el otro auto.

Cuando ya nos veíamos fuera de peligro paramos, fue una descarga de adrenalina impresionante.

Llegamos al centro comercial y subimos, en el camino alguien nos detuvo, los chicos se voltearon y nos tomaron de la cintura, a mi me tomaron Manuel y Edward ¿esto es malo?

- lo lamemto viejo pero ellas son nuestras, sigue tu camino.

-¿no las comparten?.

-no son unas putas.

No entendía nada pero el señor era bastante parecido a Manuel y Edward.

Las Muñecas de La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora