Alejar la angustia por un momento

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—¿Entonces te quedaras?— preguntó una vez mas la madrasta de Sanji, no se iría sin pelear para que el rubio volviera a casa.

—Si, lo siento pero debo quedarme— le contesto sincero y decidido el rubio. Las próximas 5 horas desde la llegada del rubio, se la pasaron discutiendo y viendo la forma de convencer a Sanji para que volviera a Francia y a su antigua vida. Pero todo fue inútil porque el rubio no cambió de idea, incluso llegaron a los golpes el viejo Zeff y Sanji, pero de todos modos no cambio su decisión. Como ya era tarde los invitados decidieron retirarse, aunque Zeff y Sanji los invitaron a quedarse, ellos se negaron diciendo que no querían causar molestias. Por eso decidieron ir a quedarse a uno de los mejores hoteles del lugar, y mañana por la tarde irían al aeropuerto.

—Bueno, cuídate mucho corazón— le dijo su madrastra abrazando aún más al rubio, que desde que lo conoció ya lo consideraba su hijo; ella no era buena con las despedidas, por eso le costaba mucho desacer aquel abrazo. Pero no se setía triste, porque su pareja le prometió venir a ver a Sanji los veces que pudieran, alegrando a ella y de paso al rubio.

—Bueno te extrañaremos Sanji— lo abrazo ahora su padrastro cuando su mujer se separó del chico —por favor no te metas en problemas— le dijo serio el hombre pero luego soltó una pequeña risa a lo que Sanji contesto de la misma forma. Realmente los extrañaré...y mi antihua vida- pensaba triste el chico.

Y por último llego el turno del pelinegro de despedirse, con solo ver a Sanji él entendió y lo abrazó fuertemente, la verdad era que esa despedida era la que más le dolía al rubio.

—Ace— fue el primero en hablar Sanji —realmente me gustó haberte vuelto a ver— contesto sincero y lo volteo a ver a los ojos -que el pelinegro era un par de dedos mas grando que el rubio-, donde el pecoso pudo ver la tristeza que le hacía sentír el que se fuera.

—A mi también me gustó verte— contestó el pecoso apretando aún más su abrazo y dándole un pequeño beso en la frente, a lo que Sanji sonrió felíz, si que extrañaba estar cerca de SU rubio. Y aunque fuera una despedida se alegraba de haberlo visto otra vez.

—Espero verlos pronto— dijo el rubio en un tono triste viendo a todos por la despedida, pero alegre porque sabía que los vería de nuevo.....O eso creía (jaja ya empece con el suspenso...).

—Si cambias de parecer siempre te recibiremos en casa— comento su madrastra. El rubio solo rio un poco por la insistencia y sonrió.


Zoro por suerte de la divinidad terminó todos los asuntos que tenía pendiente para ese día y adelantó unas cosas para el siguiente. Realmente quedó agotado, jamas fue de el estar encerrado gran parte del día en una oficina con tantos papeles, y aunque quería dormir y desconectarse del mundo no podía por una simple pregunta que se instaló en su mente desde la llamado de Johny, y que había podido ignorar hasta ahora; ¿quiénes eran las personas que habían ido a ver al rubio?.

Cuando se cansó de preguntarse lo mismo decidió ir a la cosina porque moría de hambre, y aunque no cosinara muy bien no se moriría de hambre. Grande fue su sorpresa al ver al rubio recién llegar y entrar directo a la cosina.

—¿Cómo esta tu padre?— preguntó el moreno al rubio cuando despues de unos segundos mirandose mutuamente no sabía que decir. El moreno sabía que tenía un asunto pendiente con el cocinero pero quería ignorarlo a toda costa, porque si hablaba de eso, lo más seguro es que terminara admitiendo todo lo que se había guardado todo ese tiempo, y no quería eso.

—Esta bien— contesto vagamente el rubio, la verdad es que no quería ver ahora al moreno, despues de lo que pasó la noche anterior y la charla que tuvo con sus "padres", e incluso el haber visto a Ace; le creo muchas dudas al rubio, no esperaba todo eso de un día a otro.

El moreno noto el nerviosismo y duda en esos ojos tan azules como el mar mismo, y eso le preocupo un poco. Quería hablar con el rubio, pero no encontraba las palabras para comensar la conversación...

—¿Qué estuviste haciendo?— preguntó de nueva cuenta el peliverde. Sanji se sorprendio un poco, no es como si el moreno se metiera en sus asuntos, siempre -desde que vivían juntos- le dio su espacio, cosa que agradecía mucho el muchacho. Fue como un acuerdo mudo el no meterse en los asuntos del otro.

—Nada en particular, solo hablar— contestó, la verdad hablar de ello le ayudaría un poco en olvidarse de las dudas que surgían en su mente. El peliverde parecio notarlo porque tomó una botella de sake y se sentó en la mesa, y haciendo una muda invitación al rubio para que hiciera lo mismo. La verdad al rubio le gustaba eso del moreno, el que fuera reservado pero atento a la vez, incluso comprensivo —fue..— no sabía si continuar el rubio, pero bueno era mejor desahogarse —fue mi familia a verme— dijo al fin.

—¿Tu familia?— Zoro no esperaba eso.

—Si, cuando me fui a Francia ellos cuidaron de mi—contestó un poco feliz el rubio, porque le llegaron hermosos recuerdos de cuando era pequeño y se fue a Francia. A Zoro le encantó ese brillo de felicidad que aparecio en sus ojos, al menos se fue su angustia por un momento.

—Entonces deben ser buenas personas— comentó el moreno y el rubio solo rio y sonrio un poco.

—Si que lo son, siempre los considere como mi familia.

El siguiente rato estuvieron hablando de sucesos o momentos de sus vidas, unos más graciosos que otros; hasta que quedaron en un silencio traquilo y reconfortante, como si con ese silencio se digeran mil y un cosas.En ese tiempo el moreno no había podido apartar la mirada del feliz y melancolico Sanji, estudiar, admirar y grabarse cada una de sus fracciones, de sus acciones, sus gestos, todo.

Y esto no pasó desapercibido para el rubio, que varias veces intentó sostener ese penetrante mirada, esos ojos tan obscuros como la noche, tan profundos, pero con un cierto reflejo de cariño irremovible; aunque siempre termino desviando su propia mirada avergonzada, pero feliz porque nunca habia estado en una situación así.

Rápido paso el rato, y así la noche...


Llegó rápido la noche para nuestros turistas, ahora mismo se encontraban en el hotel donde se alojaron, como su vuelo saldría hasta pasar las 2pm, decidieron que se pasarían la mitad del siguiente día paseando por el lugar. Pero esa fue desición de los mayores, el joven pelinegro tenía otros planes.

Despues de haber hecho varias llamadas de amigos y conocidos, logro terminar su plan, que consistía...

No te perdere de nuevo MI Sanji.

=CONTINUARÁ=


Gracias por leer!! Me hacen feliz!!


.H A S T A . Q U E . L A . M U E R T E.
. N O S .
. . . S E P A R E . . .

- A N N S O W I 8 0 -

¿Hasta que la muerte nos separe? ZOSAN♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora