"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo."
[...]
La...
Todo el mundo quiere asesinarnos. —No todo el mundo. Capitán América y el Soldado del Invierno
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Sus compañeros estaban dormidos, no se habían percatado de la presencia de los nuevos guardias, pues era completamente normal que cambiaran jornadas. Solo Clint había hablado con su mejor amiga, y estaba emocionado porque ahí estaba su salida, comenzó a despertar a los otros, sin mucho éxito.
Natasha se quedó un poco pensando en la conversación que hace algunas horas se había dado en el pasillo.
Steve había buscado a Sharon. No entendía el porqué.
¿Para qué más ayuda si para eso tenía a Peter y a ella? T'Challa estaba dentro, ¿para qué quería a alguien más?
No pudo evitar sentirse molesta.
Desde Alemania, Sharon había sido de doble agente, les ayudó a ella y a Tony a buscar a Barnes y también le ayudó al Cap.
Gracias a ella habían encontrado a Steve en aquel aeropuerto, pero claro, Steve no sabía eso, claro que no.
¡Oh, pero claro! Solo a Natasha Romanoff, la ex-espía Soviética que había enviado al demonio a todo el Capitolio podía y era juzgada como doble agente.
Cuando ella justamente había hecho lo mismo, había tratado de ayudar a sus dos amigos.
Fracasó, por cierto, pues aquí estaban ahora, jugando al escape de la prisión; al policía bueno y malo. ¿Qué papel jugaban ellos?
Ni siquiera sabía porqué se sentía así, al cabo esa siempre había sido su vida; ser juzgada más por quien era que por sus acciones. Fueran buenas o malas, siempre era lo mismo.
Pero claro que personas como Sharon Carter no debían pasar por eso, claro que no. Ella había nacido en cuna de oro, ella era agente porque su familia la precedía, y bueno, debía honrar el pasado de su familia.
A Sharon Carter no le habían arrebatado su vida, ella solo buscaba ayudar a la gente.
¡Venga! ¿Por qué la juzgaba así? Sharon no tenía la culpa después de todo de las decisiones que tomaron.
"No, pero quizá sí de que ellos estén aquí" —Sus pensamientos la traicionaron.
Refunfuñó con molestia y suspiró. Se dio cuenta que el inútil casco le apretaba las ideas.
Steve la miró: — ¿Está todo bien?
Bajo el casco, Natasha le dedicó una mirada que ni ella misma supo descifrar con qué sentimientos se la daba.
—Ignórame, de acuerdo —Le dijo al Capitán —. Creo que estoy estresada, necesitamos que esto salga bien.
