Tan pronto como llegaron al Quinjet, Logan prefirió dormir, mientras que Ava hablaba con los dos antiguos Vengadores.
Tenían un destino, Rusia. Y aunque a Natasha le hacía falta revisar otras bases secretas en otras partes del mundo, decidió seguir su instinto e ir a Moscú a buscar a Laura y terminar en aquella base de Siberia donde todo había comenzado.
Acabar con aquellos demonios que tanto la perturbaban.
Sabía que, al igual que el soldado, Madame B, había jugado con su cerebro una y otra vez, y sabía que debía acabarla de una vez por todas, a ella y a Yelena.
Ava tomó el pilotaje de la nave, Natasha fue a sentarse, mientras Steve revisaba sus provisiones, volteó a mirar a la pelirroja y se dio cuenta que tenía la mirada perdida, pues observaba un punto fijo, sin percatarse de lo que ocurría alrededor.
Con cautela, se acercó y se sentó a su lado despacio, puso la mano en su pierna en señal de apoyo, y fue cuando la espía se percató de su presencia.
Le sonrió.
—No sé qué voy a hacer cuando pise Rusia de nuevo —le dijo ella, mirando de nuevo a la nada. Arrrecostó su cabeza al hombro del Capitán.
Este la medio abrazó.
—No tienes que hacer nada, ahí estaré a tu lado, para lo que sea.
Ella suspiró.
—Nunca quise que te involucraras en todo esto, Steve.
El capitán sabía que cuando ella lo llamaba directamente por su nombre, no coqueteaba, ni mentía, ni jugaba; simplemente, le hablaba con la verdad, le permitía ver una parte de ella que pocos conocían.
—Pero no quiero que pases por esto sola, porque no lo estás.
Quiso decirle más que eso, quiso volver a declararle su amor de nuevo, quiso apretarla contra él tan fuerte, demostrándole que con él siempre estaría segura. Pero no quiso agobiarla, porque sabía que la situación ya le era difícil. Así que simplemente, sin decir ni preguntar nada más, solo estuvo ahí para ella, reconfortándola.
—Lo sé —Natasha buscó los orbes azules del rubio—, te tengo a ti, siempre has estado ahí.
Steve le acarició el pómulo con cariño.
Ella cerró los ojos al tacto.
Aunque quizás insignificante, era un momento íntimo, un momento en el cual Natasha agradeció que Logan durmiera, y Ava pilotara. Porque en ese instante, se sentía como si solo Steve y ella estuvieran en ese Quinjet rumbo a Rusia.
Rumbo a descubrir un pasado que ella había ocultado con tanto fervor, principalmente de él.
Abrió los ojos y escrutó la mirada del ojiazul; la miraba con ternura y cariño.
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I Civil Escapees {Romanogers}
Fiksi Penggemar"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo." [...] La...