"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo."
[...]
La...
—¿Desde el '45 no te habían besado? —¿Tan mal lo hice? —Yo no dije eso Capitán América y el Soldado del Invierno.
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Steve se había quedado atónito ante aquel apasionado beso. No obstante, con algo de duda y nerviosismo, lo correspondió.
Wanda, a su vez, observaba tal escena con ingenua curiosidad.
Sí, Natasha estaba besando a Steve, significaba que el tal Alex del que hablaba, había sido alguien muy especial para ella. Pero, ¿por qué Steve le había correspondido? ¿Acaso había algo que nadie sabía entre ellos?
Se tentó en entrar en la mente de la espía, pero se había prometido a sí misma y a ella no hacerlo sin su permiso. La última vez había acabado muy mal.
Natasha, en segundos, cayó desmayada en los brazos del Capitán, disolviendo así, su beso.
—Ejm... —Medio tosió Wanda, tratando de disimular su incomodidad.
Steve se sonrojó, dirigió su mirada al piso.
— ¿Quién es Alex? —musitó el Capitán.
—Si tú no lo sabes, menos yo Steve —Le dijo la Bruja, y era cierto, no lo sabía.
—Y-yo, debo irme —dijo Steve algo alterado —. Avísame cualquier cambio en su estado.
Y, dando por finalizada la conversación, salió de allí muy confundido.
—Wanda... —dijo Natasha lo más bajo que pudo—. ¿Steve ya se fue?
—Sí —La castaña sonrió levemente de lado—. Acaba de perderse en un pasillo.
—¡Por Dios! ¿Qué me ha pasado? —preguntó la Viuda, tomando su cabeza por un extraño dolor en las sienes.
—Has estado en una clase de trance, hay una sustancia extraña en tu sistema, no sé si haya provocado la pérdida de sangre, pero ssílas alucinaciones —contestó Wanda.
— ¿No te metiste a mi mente y lo viste? —Le preguntó una confundida Natasha.
—No quería enterarme de cosas sin tu permiso —dijo ella en respuesta—. La hermana del rey T'Challa te revisó, al parecer sabe lo que tienes, pero no fue muy abierta con la información. Clint también vino a visitarte.
—Gracias mantener tu promesa y por tu respeto, Wanda. Dime que por favor no le dijiste nada a Steve de lo que sabes.
—No te preocupes —Le dijo la Bruja, tranquilizándola—. Lo he mantenido al margen, bueno, lo poco que estuvo aquí.
—Te debo la vida —dijo Natasha seria—.
—Realmente —dijo Wanda pensativa—, me gustaría poder ayudarte.
