Solía pensar que estar solo era divertido.
Conforme sus experiencias de vida continuaban, a pesar de tener un silencio total en donde vivía, era un poco agobiante no escuchar nada más que su respiración.
Sus sueños poco a poco se habían ido a la basura; casarse, tener unos hermosos hijos, vivir en una granja alejada de todos, y nada más y nada menos que no tener que pelear por su vida.
Sin embargo, la moneda se había volteado, y le había dado un golpe en toda la cara, devolviéndola a la realidad, sabiendo que nada de eso podría convertirse en verdad nunca.
Aunque a Clint le disgustaba un poco no tener acción en su vida más que arreglar una tubería, él tenía la vida que cualquier persona en su sano juicio debería soñar.
Pero ella no estaba en sus cabales.
No obstante, los sueños no necesitan más que una persona viva para seguir creciendo. Y a pesar de todas las adversidades, Natasha seguía con vida.
Ahí se encontraba ella, cumpliendo uno de los muchos sueños que de niña había tenido; París, un lujoso hotel, una hermosa vista a la Torre Eiffel y una deliciosa y costosa copa de champagne.
Excepto que carecía de compañía.
Natasha no era de las que les gustaba estar amarrada a alguien, no, ella era como una flor salvaje, que al estar acompañada le hacían ver mejor el mundo, no lo contrario.
Pero siempre era estar mejor solo, qué mal acompañado, así que, sin darse cuenta, se contradecía una y otra vez. Y a pesar de todo, los ideales que Madame B había puesto en ella, por más que intentara sacárselos de su mente, no lo conseguía. No entendía por qué, pero sabía que, en momentos, el amor verdaderamente te debilitaba, mas no siempre solía pensar de esa forma.
Pero la vida no siempre era de oro rosa; lo que realmente estaba haciendo en París, era averiguando el paradero de aquel sujeto que le había disparado.
Los casquillos de bala de sus pistolas de muñecas, tenían un localizador pequeño que se implantan cuando chocan con su objetivo, ella podía activarlos o dejarlos pasar, los había activado.
El sujeto seguía en Francia, se movía a un radio de 20 km del hotel en donde estaba, ni muy cerca, ni muy lejos.
Sin embargo, notó que se movilizaba a un teatro que había cerca, no sabía si el sujeto lo hacía por estrategia o simplemente no sabía lo que tenía. Ella por su parte decidió verificar si había alguna función próxima. Compró un boleto para la función de "El lago de los cisnes" dentro de dos horas, poniéndose un sencillo vestido negro algo revelador, unas medias negras y unos zapatos a juego, salió del hotel no sin antes ponerse su peluca rubia.
Estaba un poco harta de ponérsela y quitársela, pero pronto arreglaría eso. No había mucho efectivo, su capricho le había costado algo caro, pero después de todo, no solo era un capricho pues estaba trabajando y necesitaba guardar las apariencias.
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I Civil Escapees {Romanogers}
Fanfic"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo." [...] La...