"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo."
[...]
La...
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La Bruja se hallaba durmiendo con algo de dificultad.
Tenía un presentimiento que no la dejaba entregarse al sueño por completo.
Daba vueltas en su cama, se colocaba las sábanas, se levantó varias veces a beber agua, e incluso a peinarse, pues su nuca estaba sudada, no sabía si de calor o los nervios.
Un sonido en su puerta la sobresaltó de más.
Se colocó la bata, y abrió.
Un adormilado James, sostenía una almohada y una sábana con el brazo de metal, y con su otro brazo se sostenía el puente de la nariz.
Ella abrió la puerta y lo miró con sorpresa.
— ¿Pasó algo? ¿Estás bien?
Intentando no ser brusco, se abrió paso a la habitación de la Bruja, y bajo la confusa mirada de la castaña, tiró su almohada al futón que estaba al lado de la ventana y colocó su sábana.
—Pareces un alma en pena, Wanda, no me dejas dormir.
—Tengo un mal presentimiento, James, no sé... Siento que algo anda mal...
Acomodándose plácidamente en el futón y acurrucando su almohada, hizo un sonido sarcástico.
—Por si no te diste cuenta, hay muchas cosas que van mal en el mundo de ahora.
Ella cerró la puerta y caminó lentamente a su cama con semblante preocupado. Se sentó y miró un punto fijo en su cuarto, cosa que asustó al soldado.
—Si tan solo tuviera más control... —murmuró para sí ineludiblemente. A lo que James la miró.
—Wanda —la llamó, la susodicha lo miró—. Me estás asustando, intenta dormir, y cualquier asunto que tengas, estaré aquí, ¿de acuerdo?
Ella asintió no muy convencida.
—Sí, sí, de acuerdo.
El teléfono que le habían proporcionado, sonó.
Un gruñido por parte del soldado fue lo que escuchó, ella tomó el aparato rápidamente y contestó.
—¿Hola?
—¿Wanda? Es Steve, capturaron a Nat.
Ella se sentó de golpe, y sintió que el calor abandonó su cuerpo.
—No, eso no puede ser...
El soldado se sentó. Y se acercó a la cama.
—Necesito de tu ayuda Wanda, no sé qué hacer, trae a Sam contigo, no permitas por ningún motivo que Bucky venga con ambos, no puede salir de Wakanda, por favor.
Ella miró al soldado inmediatamente.
—En cuanto salga de aquí te escribo, trates de no entrar en pánico, ya encontraremos la forma de hallarla.
