"No busco redención, o perdón, mi oportunidad ya pasó. Quiero saber que no existen más esos demonios que me perturban, quiero ser la que acabe con cada uno de ellos, solo así podré comenzar de nuevo."
[...]
La...
—¡Doctor! — ¿Señor doctor? —Soy Strange. —Muy bien, los hay peores. —Doctor Strange
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Y bueno, gracias a la gran amistad que Rogers le tiene al soldado, lo llevó a hacer todo lo que hizo —terminó diciendo Natasha.
Habían tomado camino desde Chicago hasta Brooklyn, nuevamente. Esta vez, Natasha había recurrido a tomar de una antigua base secreta de S.H.I.E.L.D. un pequeño quinjet que los transportara sin levantar sospechas.
Conforme avanzaban el viaje, Natasha le contaba a su compañero todo lo ocurrido en el aeropuerto de Berlín y las consecuencias que ha tenido hasta el momento.
—Entiendo —dijo el asgardiano—, pero, ¿y Stark? ¿Qué ha sido de ese pequeño hombre de metal?
— ¿Stark? —repitió Natasha sin expresión en su rostro, no sabía bien cómo sentirse al respecto—. Honestamente, no lo sé, ahora vive solo en el complejo o con Rhodes, no estoy muy segura.
—Mm... —Fue lo único que articuló Thor, pensativo.
Además, la pelirroja había aprovechado para terminar de leer los archivos de la USB, donde se dio cuenta que, los gemelos Maximoff no eran los únicos que habían resultado del experimento con el cetro de Loki.
—Ahora verás, fuera de lo sucedido entre Steve y Tony, necesito que me ayudes en algo, como sabrás ahora, soy fugitiva, me busca todo el mundo. No exagero, me he cambiado el nombre a Natalie Rushman —otra vez—, podría decirse que soy rubia ahora, y nadie debe enterarse que he estado en Brooklyn.
— ¿Qué necesitas exactamente de mí? —preguntó el asgardiano.
—Realizar una búsqueda —contestó—. Al parecer, el enemigo hizo experimentos, no solo con los Maximoff. Creo que está relacionado con alguien de mi pasado. Necesito hacerlo por mi cuenta, más tomando en cuenta las condiciones en las que estamos.
—Bueno, manos a la obra, a pesar de que debo emprender la búsqueda de mi hermano, que al parecer está vivo, te ayudaré.
— ¿El maniático de Loki sigue con vida? —preguntó Natasha, el asgardiano la miró mal—. Vale, perdona, me expresé mal, ¿cómo es que sigue con vida?
—No lo sé —contestó su compañero—, eso tengo que averiguarlo. Pero bueno, ¿hacia donde nos dirigimos? —preguntó dando por terminado el tema de conversación.
—Hacia un santuario.
— ¿En medio Nueva York?
—No es cualquier santuario, es El Sanctum Sanctorum custodiada por un tal hechicero supremo de Nueva York.
El dios rió sin diversión alguna: — ¿Ahora la Tierra cuenta con hechiceros?
—Para ser honesta, no me sorprendería, Thor. Y tomando en cuenta que aquí es donde nos lleva este pendrive, algo tendrá que ver con todo, ¿no?
