Mi música

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Dos días después entre al colegio, siempre llevaba mi constancia de nacimiento, fue lo necesario para la inscripción. El colegio era totalmente dedicado a la música, era un paraíso. Me sentía incómodo al no conocer a nadie, pero fascinante por empezar a aprender.

Obviamente y había empezado las clases, así que tuve que leer varios libros para ponerme al día. En el primer día en clase tuve que presentarme ante todos, el profesor hizo un gesto honorable al reconocer que Don Mario Navarro era mi padre.

Todos me saludaban con respeto, me sentía dichoso de tener un padre magnifico. Tenían una foto de mi padre en la sala, ahí se encontraban muchos artistas reconocidos en el país, era un mural dedicado a los grandes artistas que han fallecido.

Mi cuarto era un poco pequeño, pero muy cómodo, el señor Anthony me había regalado mucha ropa, también el uniforme del colegio. Mis vecinos eran alegres, por la noche se les oía reírse, pero aun no los conocía.

Los días viernes había una clase se llamaba "Creatividad", me llamaba la atención, ¿Por qué se llamaba así? Entre a clase y al llegar la profesora dirigió la mirada hacia a mí.

- ¿Tu eres el chico nuevo, Agustín?

- Si profesora.

- No me digas profesora, llámame Glendy.

- Esta bien Glendy.

- Cuéntanos ¿Qué instrumento ejecutas?

- Puedo ejecutar el violín y cantar.

- ¡Wow! Eres en realidad un navarro. ¿Puedes hacer una interpretación para nosotros?

- Me encantaría, pero mi violín esta en mi habitación.

- ¿Alguien tiene un violín en clase? –Se dirigió a los alumnos, todos levantaron el estuche de violín-. Primera regla de la clase, "Tu y el instrumento son uno solo, nunca deben separase".

- Lo siento profesora.

- Dime Glendy, no te preocupes, estas exento por hoy. Miguel ¿Puedes prestarle tu violín a Agustín?

- Claro Glendy, toma Agustín.

Lo puse sobre mi escritorio, abrí el estuche para sacar el violín, me puse en pie y lo coloque en mi cuello.

- Esta canción es de Ana Gabriel, se llama "Quien como tú", soy fanático de ella así que quiero presentarme con esta interpretación en violín.

- Aplausos para Agustín. –Dijo Glendy.-

Tomé un suspiro, cerré los ojos, trate de visualizar las notas de manera improvisada. Sentía el violín como parte de mi cuerpo, sabía manejarlo. La melodía salía de mi corazón por las cuerdas del instrumento, no quería estropear la versión original, así que procure hacerlo magníficamente.

Disfrutaba tanto esos momentos, eran tan mágicos, llenos de sentimientos que brotan de fondo del alma. Terminé mi interpretación, podía oír el rotundo silencio en el salón de clases, abrí los ojos con un cierto miedo a la reacción que pudieran tener. Los ojos de todos están puestos sobre mí, Glendy dio el primer aplauso, seguidamente los demás, el susto había pasado, habían estado maravillados.

- ¡Agustín eres genial!

- No diga eso Glendy, solo hago lo que me gusta.

- Pues entonces te invito a que hagas siempre eso "Hacer lo que te gusta.

- Lo intentaré, gracias profesora.

- Gracias por tu presentación, ahora busca un escritorio y acomódate.

Metí el violín en el estuche y se lo regresé a Miguel, busqué un asiento en la parte trasera del salón, me senté y saqué mi cuaderno de notas para continuar la clase.

- Queridos alumnos, partiré con la maravillosa interpretación de Agustín, cada uno tenemos una historia personal que nos identifica y no puede igualarse a otra. Es muy nuestra, nos ha transformado en lo que ahora somos. La música es parte de esa vida, en nuestra, se hace parte de nuestro ser. Me quedé maravillado al ver la pasión con la que Agustín ejecutaba el violín con esa interpretación fenomenal de una hermosa canción. Es su vida, es su música. Seguramente si le preguntase a Agustín si quisiera cambiar algún hecho en su vida, me responderá que no quiere, porque todo ha ocurrido para transportarlo hasta este salón hoy. Comparémoslo con la armadura de un soldado, cada experiencia vivida se transforma en una parte importa de nuestra armadura, para que cuando nos toque enfrentarnos contra algo extremadamente amenazador, estemos preparados. Jóvenes y señoritas, hagan de esta armadura la mejor de todas, prepárense a tal punto que muchos quieran escucharlos, verlo y sobre todo admirarlos, sean ustedes mismos, expresen su historia, expresen su música.

Glendy nos estaba animando a ser auténticos, sinceramente si hubiese aceptado cambiar algún hecho en mi vida, la muerte de mis padres. Todos quisiéramos que aquellos momentos de mayor dolor no hubieran pasado, porque no es agradable un recuerdo fatal que solo genera tristeza y melancolía.

Pero en realidad tenía razón al decir que si no hubiesen pasado todos esos hechos positivos y negativos no estuviésemos en el lugar en que ahora nos encontramos, fuésemos diferentes. Sentía que la reflexión de la clase iba específicamente para mí, pero en realidad era para todos, aunque puede aplicarse el dicho de "al que le quede el guante que se lo plante".

-Glendy, pero ¿Qué pasa cuando nuestros sueños no se cumplen? –Preguntó Sharon, una chica bella sentada a algunos asientos cerca de mí-.

- Tus sueños se cumplirán siempre, todo va a depender que tan cimentados los tengas, es decir, hay que soñar con el cielo pero teniendo los pies bien puestos en el suelo. En realidad quien cumplirá tus sueños serás tu misma Sharon, te ayudaran, pero debes esforzarte por cumplirlos.

- Pero ¿Cómo saber si nuestro sueño se puede cumplir? –Dije para defensa de Sharon-.

- Lo sentirás en el corazón Agustín, todos nuestros sueños bien cimentados van a empezar con una pequeña inquietud en nuestro corazón, acompañado de motivaciones que harán florecerla. ¿Qué sentías al interpretar esa bella canción? ¿Qué te motivó? ¿Qué recordaste? ¿Tenías miedo de no lograrlo? Te darás cuenta que cumplimos pequeños sueños a diario.

Glendy tenía razón, todo estaba dentro del corazón. Luego de esa pequeña motivación, invitó a todos a sacar el cuaderno de apuntes para seguir con la clase, veríamos las notas y melodías musicales. Sharon me miraba y al dirigirle la mirada me giñó el ojo y dijo gracias.

Los días siguientes en la escuela fueron dedicados para aprender música, mi música. Conocí nuevos amigos, quienes me enseñaron a ejecutar otros instrumentos.

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Todo tiene su tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora