Esta es la historia de Agustín, un hombre talentoso pero humilde, a pesar de las grandes dificultades que enfrenta en la vida sabe encontrarle el lado positivo a todo gracias a la educación que su madre, una mujer sabia y llena de fe, le dio desde s...
Los días restantes en la semana de presentaciones musicales en el Wizarding World fueron extraordinarios, los artistas eran maravillosos, un hombre era imitador de voces de grandes cantantes, nunca había presenciado un acto así, era como tener a muchos personajes metidos en una caja y sacarlos poco a poco.
Una pareja de esposo interpretaban cantos de Opera, hacían que la piel se pusiera chinita después de escucharlos cantar. Por momentos se sentía como que los ángeles estuviesen cantando, era espectacular, él era alto pero gordito y ella alta y bellísima.
Un niño que ejecutaba perfectamente la guitarra y cantaba, sabía entusiasmo al público para que lo acompañaran aplaudiendo con ritmo, aunque tuviese una corta edad pero se le notaba que había conocido el don de la música a muy temprana edad. Tenía buen tono de voz para cantar, lo extraño era que le inventaba notas a la guitarra y de igual manera sonaba bien.
Un señor algo anciano ejecutaba varios instrumentos extraños, tenía una guitarra hecha con pedazos de metales y con ocho cuerdas, unas percusiones improvisada con botes de hojalata, un instrumento hecho de tubos de diferente tamaño y para el final colocó una hoja natural en sus labios y la hizo sonar como una armónica, era maravilloso verlo haciendo música con sus objetos extraños.
Todo terminaría el sábado en la noche con una filmación hecha por un gran amigo del señor Anthony que resumiría todas las interpretaciones, luego se darían agradecimientos para cada uno de los grupos participantes, también a las entidades que colaboraron con que se llevara a cabo esa actividad en el teatro.
En esa noche no quise sentarme en primera fila, quería quedarme hasta atrás para contemplar el sorprendente número de personas que llegaban al teatro. Me sentía dichoso al tener como amigo al dueño del teatro, aunque quizás Dios tuviese una misión simultanea para ambos.
La mayoría de compañeros y amigos estudiantes del colegio estaban esa noche, me puse nervioso en el momento que pedían la presencia de todos los chicos y chicas instrumentistas al frente del escenario, me dejaron al frente para que fuese el representante, me sentía orgulloso.
El público estaba de pie, aplaudiendo eufóricamente, con una sonrisa esplendida en los rostros y unos ojos de admiración. No me había imaginado un momento así, no podía creerlo. Mamá tenía razón, llegaría el momento en que nadie me vería como un inútil, principalmente yo, ya no me sentía como un inútil.
No eran solamente mis amigos y compañeros de colegio, eran mi familia, estaba orgulloso de ellos y agradecido por haber creído en mí, nos unía la música y un sentimiento de unidad. Algo mágico estaba pasando en ese momento y no hubiese querido que acabara, ya no más.
El señor Anthony hizo una invitación a que abandonáramos el escenario para poder ver un video que había sido grabado mientras se daba la interpretación de apertura hecha por nosotros. Inmediatamente bajamos para poderlo ver, imagine que quizás ese mismo video había sido él que Sharon había subido a YouTube.
Las luces se apagaron y el video empezó a reproducirse en el fondo del escenario, un rollo de película vieja dio inicio mientras una voz decía: Wizarding World Presenta... Una aventura mágica... Una orquesta musical... Un director de música inigualable... Un Colegio... Una familia...
La piel empezaba a ponerse chinita, ahí estaba Benjamín en el escenario con su armónica mientras se proyectaba la película, en realidad se veía bien, no podía resistir la sensación de la estar en la polémica y notar como la música encendía la imaginación era maravilloso.
El momento en que ejecutábamos el violín y la armónica con Benjamín fue espectacular, no podía creer que un grupo de colegiales habíamos hecho tan sorprendente actuación. Al terminar los aplausos volvían a aparecer, no paraba de sonreír, en verdad era una Bendición.
El director y los profesores del colegio habían organizado una fiesta en agradecimiento por nuestra actuación, habían invitado también al señor Anthony para darle las gracias por la invitación.
- Te ves feliz. –Me dijo el señor Anthony mientras nos dirigíamos a la fiesta en el colegio-.
- Lo estoy. –Aunque en mi interior había una intriga que no quería expresar, mi sonrisa se apagó mientras agachaba la mirada-.
- ¿Estás seguro?
- En realidad hay una inquietud.
- ¿Qué pasa?
- Escuche que habría un concierto en New York y que lo que recaudado sería a beneficio de niños minusválidos.
- ¿Quieres ir?
- No es en realidad eso, imagínate poder hacer algo parecido acá, hay muchos artistas, es decir, los chicos podrían apoyar.
- Entiendo Agustín, ya habrá tiempo para poder hacerlo, todo tiene su tiempo.
- Lo sé. –Esa frase había marcado mi vida-.
Llegamos al colegio, todos esperaban mi llegada para aplaudir y saludarme. Me sentía genial. Había música movida para empezar con un baile, mucha comida estaba servida en banquetes para degustar. Sharon y Francis se acercaron.
- Hola Agustín. –Dijeron ambos-.
- Hola Sharon y Francis. ¿Qué tal?
- Estupendos, la fiesta está maravillosa. –Dijo Sharon-.
- Además queremos contarte que ahora somos novios. –Interrumpió Francis mientras la tomaba de la mano-.
- Sabía que tendría que ocurrir chicos. –Los abracé fuertemente-.
- Oye el director quiere hablar contigo. –Enfatizó Francis-.
Me dirigí hacía el director, estaba charlando con Glenda, tuve que interrumpir.
- Hola Director y Profesora Glenda ¿Quería hablar conmigo director?
- Hola Agustín. –Exclamó Glenda-.
- Hola, sí quería felicitarte por haber respondido de una manera extraordinaria al encargo que depositamos en ti.
- No debe agradecer Director.
- Quiero pedirte que dirijas unas palabras a tus compañeros.
- De acuerdo.
El director se dirigió al micrófono para anunciar el acto seguido.
- Jóvenes y señoritas, tendremos el gusto de escuchar unas palabras de Agustín después de su asombrosa presentación en el Wizarding World, recibámoslo con fuerte aplausos.
Los chicos empezaron a aplaudir y a chiflar.
- En realidad la presentación no hubiese sido un éxito sin ustedes, se le debe agradecer a quien se lo merece en realidad, por ello les digo a cada uno de ustedes por nombre ¡MIL GRACIAS!
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