Mi casa, mi hogar

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Este es el relato de mi vida, tengo setenta y dos años. Mario Benjamín tuvo dos hermanos más, Christopher y Sofía. Ahora son grandes profesionales, Mario es un cantautor muy destacado, Christopher es técnico y arquitecto, mientras que Sofía es diseñadora y estilista. Quise que cada uno persiguiera su sueño como yo perseguí el mío.

Bel y su esposo ya son abuelos, Nabia se casó con un muchacho muy bueno que conoció en el colegio, tiene ya dos bebes muy hermosos, uno de ellos también tiene síndrome de Down. Decidieron quedarse con nosotros para siempre, mientras que vendieron todas sus pertenencias en el extranjero.

Don Anthony y Lourdes dejaron el restaurante a Alexa, mientras que Carlo inauguro un club nocturno con discoteca y restaurante. Ambos se casaron y ya tiene hijos.

Sharon y Francis también formaron una familia, tienen cuatro hijos y ya son abuelos. Francis es profesor de melodía en el colegio, Sharon abrió una escuela de Jazz en su propia casa.

Los hermanos Mendoza también se casaron, mantuvieron el negocio familiar y ahora tienen una disquera. Benjamín encontró a su hermano después que le operaran los ojos, también trabaja en el colegio dando el curso que yo impartía. Tiene una bella esposa y dos hijos.

Todo es parte de una gran bendición que Dios me ha concedido. Nunca creí llegar hasta a lo que hoy me he convertido. Mi madre tenía mucha razón al repetirme constantemente que todo tenía su tiempo, si Dios quiere que pase, pasara en el tiempo indicado, mientras tanto tenemos que estar preparados.

Solo aquel que camine de la mano del Señor puede notar que todos los momentos vividos traen bendiciones, pero aquel que no lo esté se quejara constantemente de su pasado. Aprendí a valorar todo y quise enseñarles eso a mis hijos.

El colegio siguió funcionando al lado de la casa hogar para niños huérfanos y abandonados. Heidy siempre ha permanecido a mi lado, juntos construimos este sueño, estoy en mi casa, mi hogar.

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Todo tiene su tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora