Todo por una galleta

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Hoy no tenía tiempo para tonterías, al día siguiente iba a dar un examen importante y necesitaba estudiar.

Y comer.

Así que, como es tradición estaba en el restaurante comiendo y leyendo, me habían pasado a una mesa alejada de los demás, donde había más silencio y así me podía concentrar. Creo que fue Alex quien lo hizo porque lo vi hablando con el gerente poco antes. Tampoco había ido a molestarme, se sentía raro.

Pasó a mi lado y me tiró una galleta justo en el libro que estaba leyendo.

"Descansa un rato o tu cerebro no dará para más, te iré trayendo lo que necesites sin que me lo pidas para no distraerte"

Justo me estaba parando para ir a pedirle matrimonio por su amabilidad cuando puso una última galleta.

"Igual vas a reprobar"