Todo por una galleta

Final

- ¡Son las 8:00, Olive!- gritaron mis padres, me había levantado para arreglarme y aún no estaba lista, y justo el aeropuerto estaba a media hora de distancia.

- ¡Sé leer el reloj!- les intenté gritar mientras me lavaba los dientes y peinaba mi cabello. Lo bueno, es que ellos ya tenían listas mis maletas.

- Esto no estaría pasando si no te hubieras hecho del rogar ayer - mi hermana estaba en mi habitación observando todo el caos que estaba haciendo - la parte buena es que me quedaré con tu cuarto.

Enjuagué mi boca en el lavabo de mi baño y di una última mirada al espejo- sólo es por un año, no toda la vida.

- Si, claro- respondió escéptica.

- ¿Puede alguien llamar al taxi?- asomé medio cuerpo por la puerta de mi habitación para que mis padres lograran escucharme- ¡Ya son poco más de las 8!

Tomé mi equipaje junto con mi bolso de mano y luego los llevé a la sala de la casa, la puerta principal ya estaba abierta y había un auto esperándome.

- Un paso adelante de ti, cariño. Te vamos a extrañar, intentaré que Dafne no se adueñe de tus cosas pero no prometo nada- papá extendió sus brazos y me envolvió en un abrazo- cuídate mucho.

Después llegó el turno de mi madre- un año sabático no te hará daño, nos veremos pronto, te queremos - mi pequeña hermana se metió en nuestro abrazo y las besé a ambas en la frente.

- ¡Volveré!- exclamé mientras corría hacia el taxi, con toda la rapidez del mundo metí mis cosas en el maletero- al aeropuerto, por favor. Lo más rápido posible- pedí al conductor.

Se suponía, que Alex estaría esperando por mi en algún lugar, si es que llegaba a aparecer. Había intentado llamarle pero no contaba con el saldo suficiente ni para un mensaje.

Cuando finalmente llegué eran las 8:40, y por más que lo busqué entre la escasa gente que había en el lugar, no lo encontré, ya se había ido.

Fin.

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Nah, mentira. Sigan leyendo.
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- ¿Quién soy?- estaba a punto de irme cuando alguien cubrió mis ojos con sus manos.

- ¿Larissa?- pregunté divertida.

- Muy graciosa, te estás vengando por lo de ayer- aparté sus manos y tuve que inclinar mucho mi cabeza hacia atrás para poder verlo.

- Así que, ¿te ibas a las 8:30, no?- me separé de él para poder mirarlo completamente.

- Bueno, en realidad aún faltan unos cuantos minutos para que el vuelo salga. Te di un poco de margen por si se te hacía tarde.

- Y estabas muy seguro de que vendría.

- ¿Qué parte de que soy organizado, frío y calculador no has entendido? ¿Conozco o no conozco a mi Oli?

Lo admiré, ahí parado frente a mi sonriendome y comencé a recordar todo después de que lo conocí.

- Todo...- murmuré.

- ¿Qué?- se agachó un poco hacia mí para poder escucharme.

- Todo por una galleta- entonces, con una mano en su mejilla, giré su rostro y lo besé.

- Eso no lo esperaba- me dijo sorprendido cuando nos separamos. Le sonreí y tomé su mano, nos encaminamos a la puerta del avión. Juntos.

Después de todo, no me importaría pasar más de un año con él.

Fin.

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Bueno, todo el rollo que se hace al tener que viajar en avión no se hace porque ésta es mi historia.
¿Simon? Simon.

Por último:
¡Feliz Navidad a todos!🎉

Conmigo aún faltan como dos horas pero en algunos lugares ya es.

Que se la estén pasando genial con sus familias y disfruten de la comida, yo lo hice.👌💕