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- Dime tu sucio secreto- ese día lo esperé de nuevo hasta cuando terminó su turno en el restaurante.

- Papá y yo tenemos una reserva de dinero detrás de un libro de cocina -que sabemos que mamá no toca porque ella no sabe ni como hervir agua- pero ahora que lo pienso es bastante cliché y no sé como demonios no lo ha descubierto aún- dijo Alex rápidamente en cuanto escuchó mi orden.

- ¿Qué? ¡No, eso no! Tu otro sucio secreto, y no creas que no usaré lo que acabas de decir para chantajearte.

- Eh ¿que Alexander es en realidad mi segundo nombre?- contestó después de pensarlo durante un instante.

- Tampoco, pero ahora dime tu primer nombre.

- Ni que tuvieras tanta suerte. Y no sé a que diablos te refieres con "tu sucio secreto".

- ¿Cómo demonios sabes que estoy pensando cuando me das las galletas?

- Mi abuelo me enseñó unos cuantos trucos, un poco de psicoanálisis por aquí y ¡Listo! Eres un libro abierto para mi. De alguna forma me encuentro poderoso.

- Poderosamente molesto, eso es lo que eres.

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Nos vemos dentro de otros diez años.

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Uy, se me olvidaba. Acabo de subir otra historia corta xd por si quieren pasar y leerla, a lo mejor la termino en lo que actualizo el siguiente capítulo de está, probablemente xD

Todo por una galletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora