Todo por una galleta

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- ¿Ya vas ordenar algo o pretendes seguir mirando a tu novio con ganas de asesinarlo?- preguntó Matt llamando mi atención.

- Lo que sea, sólo dame lo usual- ese día Alex no se había acercado a mi, aunque creo que tampoco yo lo hubiera hecho.

- Está bien... Recuerda que no estás enojada conmigo... En realidad, ¿por qué estás enojada con el pobre hombre?

- Se va a ir a no sé dónde por un año.

- ¿Qué no sabías?- me dijo sorprendido, después de ver mi reacción se retiró lentamente y fue a esconderse a la cocina.

- ¿Oli?- una voz femenina me llamó, me di la vuelta y vi a Larissa- ¿puedo sentarme aquí?

- Claro- Ella sonrió y tomó una silla. Me quedé en silencio mirando hacia el lugar donde se encontraba Alexander, él me dio un pequeño vistazo para luego darme la espalda.

- Así que... ¿por qué siento una vibra homicida?- Larissa estaba algo extrañada por mi comportamiento.

- Alex se va a ir de viaje durante un año, se va en un mes y a penas ayer me lo dijo.

- Oh, ¿no lo sabías?-  ella puso la misma expresión que Matt, así que para evitar que algo malo pasará me excusé para ir al baño.

En el camino al tocador de damas estaba el gerente del restaurante, me detuve a su lado para hablar con él- ¿Sabe que uno de sus empleados se irá pronto?

- ¿Alex? Si, lo sé desde que comenzó a trabajar aquí- bueno, supongo que era obvio que su jefe  lo sabría.

¿Es que se lo dijo a todo el mundo excepto a mi?

Continúe con mi camino hacia al baño, y ya ahí me moje la cara con agua fría para calmar mi temperamento.

- No puedo creer que el maldito no tuviera la intención de decirme que se iría...- murmuré para mi misma.

- ¿Hablas de Alex?- está vez me lo dijo una señora que era una cliente recurrente al igual que yo.

- ¡Oh por todos los cielos!- me sequé la cara lo más rápido que pude y salí de ahí con intención de ir a mi mesa, esperar la comida, pagar, e irme del restaurante.

Conforme me acercaba noté que Larissa no se encontraba donde la dejé, pero ahí seguía su bolso. A lo mejor ella también se fue a esconder.

Me senté en mi lugar y esperé hasta que Matt llegó con mi pedido, y por supuesto, con una galleta de la fortuna.

A penas él la dejó en la mesa, la abrí para ver que decía.

"¿Podemos hablar al final de mi turno?"

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Bueno, Génesis (ImTheNewRachel) tuvo la osadía de adivinar mi final :v, así que el capítulo está dedicado a ella.

Amigable recordatorio, sólo quedan tres partes más, si mis cálculos no fallan.

Y no, no tardaré un mes en actualizar. Promesa de niña exploradora.