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- Entonces le dije que... ¿Puedes parar de lanzarle cosas?

Me dijo mi amigo Matt cuando estaba por tirarle otra bolita de papel al mesero. El muy desconsiderado las había estado esquivando todas.

- No sé de que demonios estas hablando.

Matt suspiró y continuó con la conversación, cuando el chico volvió a pasar a mi lado sonriendo de modo burlesco, deje de ser discreta. Alcé todo mi brazo y le lancé otra bola pequeña de papel.

El maldito era ninja porque la atrapó con una mano, eso o yo no sabía lanzar.

Un ninja...

Escuché como se rió y lo seguí con la mirada todo su recorrido, una mirada asesina, para que conste.

- Así que estoy enamorado de ti.

- Mmm, que bienㅡ Respondí sin siquiera haber escuchado lo que Matt dijo.

Cuando obviamente el ninja volvió a pasar a propósito junto a mi me regresó lo que le había tirado, me dio en la cara y me levanté de golpe para agredirlo verbalmente, como toda una dama haría.

- Bien, me voyㅡ Matthew tomó sus cosas y se fue.

- Espera ¡No, vuelve aquí!ㅡ Le grité cuando estaba cruzando la puerta, no me hizo caso. Me senté irritada y una galleta cayó frente a mi, la abrí.

"Deberías ponerle atención a tu amigo, se irá"

Otra galleta.

"Muy tarde, se fue. Y además hiciste una escena en un restaurante lleno de gente, felicidades"

Una última.

"Pienso que todo esto no vale por diez por ciento de propina"

Todo por una galletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora