18

4.1K 519 42
                                    

- Señor, ¿cuánto dinero quiere por su mesero?

- ¿Disculpa?- me preguntó confundido el hombre rechoncho con bigote.

- Quiero hablar con el joven de allá- señalé a Alex con el pulgar, este alzó instintivamente su cabeza y miró en mi dirección como si supiera que estaba hablando de él- pero tengo entendido que no puede hacerlo mientras trabaja ¿es correcto?

- Pues... ¿si?- por su expresión el gordito aún no sabía a donde quería llegar.

- Así que, este es el trato. Le daré un diez por ciento extra, si deja que se siente en mi mesa y hable conmigo.

- ¿Sólo el diez? Estamos hablando de material de alta calidad, no valgo menos de ochenta- Alex habló a mis espaldas sorprendiendome, se paró a mi lado y apoyó su brazo en mi hombro adoptando una pose casual- pero por ser ella una cliente distinguida, le cobraremos el doble.

- Muchacho, ¿entiendes que te estás vendiendo?- habló el gerente pero ambos lo ignoramos.

- Estas loco, por esa cantidad esperaría a alguien mejor parecido que tú-  quité su mano de donde la tenía y me giré para verlo de frente.

- ¿Amas dañar mi autoestima, cierto? Por el trauma psicológico que me haces pasar siempre que te veo, deberías de pagar el triple.

- Quince, tomalo o déjalo- dije mi última oferta y me crucé de brazos esperando su respuesta. Él lo consideró brevemente y al final resignado estiró su brazo hacia a mi, con el afán de darnos un apretón de manos.

- Hecho- tomé si mano y la estreché ligeramente.

Estaba tocandolo, que bello.

Digo, que asco.

Y así, con Alex me dirigí a mi mesa de siempre.

- ¡Yo nunca acepté nada de esto!- exclamó el gerente mientras nos alejabamos.

Todo por una galletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora