La bailarina de ballet

Capitulo 1.

Porrista... Siempre quise ser como esas chicas que usan ese uniforme hermoso, limpio, y delicado. Pero me toco ser yo, la rara de todo el instituto, la chica que no habla con nadie, la tímida, la antisocial. Prefiero estar sola a que desconfiar de los que me rodean, pero hay veces que necesitas a alguien que te comprenda, que te abrace y te diga que todo estará bien. Pero yo no tengo a esa persona, solo me guardo todo para mi, me hago daño a mi misma para no preocupar a los demás, aunque no creo que les preocupe lo que me pasa.

Me encontraba sentada en las gradas del gimnasio, observaba atentamente todos sus movimientos, me encantaba cuando hacían la pirámide, quedando Ashley, Samanta y Brenda paradas en el suelo, luego subían Camille y Gemma a los hombros de estas tres anteriores, y el toque final de la pirámide era Penny subiendo sobre los hombros de la pareja anterior. Quería ser como ellas, pero mas que nada como Penny. De niña siempre he soñado ser la chica popular, la porrista, la que tiene millones de amigos, sale a fiestas y tiene a todos los chicos del colegio babeando por ella, hasta el más popular. En cambio, fui todo lo contrario. Las únicas que no me hacen 'Bullying' por así decirlo eran Gemma Samanta y Penny, a veces me saludaban o me invitaban a comer con ellas, pero los demás de su mesa me miraban con cara de asco, como si fuera algo de otro planeta o como si tuviera algo en el rostro, vale, no me considero linda pero creo que no tengo nada en el rostro.

Al terminar el entrenamiento, el grupo de porristas se dirigió a las duchas, yo agarre mi móvil y examine la hora 14:00, a las 15:00 tenia ballet, agarre mi bolso y baje las gradas, me dirigí hacia la puerta y la abrí lentamente procurando que no halla ningún estúpido que me pueda molestar detrás de esta. Mire hacia los dos lados, nada, abrí del todo la puerta y salí. Comencé a caminar hasta mi casillero lentamente con la cabeza gacha, la verdad no tenía ganas de ir a ballet hoy, necesitaba llegar a casa y dormir, dormir por un largo tiempo, ¿5 años quizá? Estaba cansada de todo, de los insultos, de la soledad, de mi familia, de todo. Al llegar a mi casillero lo abrí y saque las medias, el leotardo(el traje) y las puntas(los zapatitos) para la clase de ballet, los metí a mi bolso y cerré el casillero. Me di media vuelta y ahí se encontraba Penny, estaba con Mason, su novio, el chico más popular de todo el colegio. El es mi amor platónico desde el kínder, si el novio de Penny es mi amor platónico, pero no la culpo, ella es hermosa, tiene lindo cuerpo y es súper simpática. Se estaban besando, pero cuando se dieron cuenta de que yo estaba ahí pararon y me quedaron mirando.

-¿Que miras? -Dijo Mason con cara de asco-.

-Y yo, lo siento, ya me iba...-Dije tartamudeando y bajando la cabeza-.

-Te he dicho millones de veces que no la trates así!-Le dijo Penny a Mason, se le notaba el enojo en su voz-.

-¿Pero porque tiene que estar mirando? -Reprocho Mason.

-Ella solo dio vuelta para irse, ahora, pídele disculpas.-Le ordeno.

-No lo haré- Dijo Mason con una sonrisa de lado.

-¿Estás seguro?

-Si. -Dijo Mason serio.

-Bueno.

Penny dio media vuelta y camino hacia donde estaba yo. ¿Se habrá enojado conmigo por mirar a su novio? ¿Querrá pegarme?, se que Penny no es así, pero por instinto me aleje dos pasos de ella, cuando llego hacia donde estaba yo agarro mi mano.

-Vamos Carrie, no perdamos nuestro valioso tiempo discutiendo con este idiota-Me dijo Penny.

Yo no respondí, solo levante la cabeza lentamente y mire a Mason, se encontraba con una sonrisa de costado, estúpido pensé.

-¿Ahora te harás mejor amiga de la fracasada? Lo que faltaba, vamos Penny, deja de bromear.-Dijo Mason.

Penny lo ignoro por completo y comenzamos a caminar hacia la salida.

-¿Sabes que Penny Hadminton? Me acosté con tu amiga Camille, si, la muy putita se me entrego el día que fuimos de campamento, cuando tu enfermaste ¿Lo recuerdas?

Penny paró en seco, gire mi cabeza para verla y tenía los ojos rojos al igual que su rostro, se veía furiosa, soltó algunas lágrimas y siguió su trayecto hacia las puertas de salida.