06: Esto es guerra.

4.6K 618 637
                                    

🐹🌟✨

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🐹🌟✨

Cuando Minseok y Lu Han recibieron la noticia de que los padres del segundo iban a estar una semana entera fuera de la ciudad, no pudieron estar más contentos.

Taeyeon no era precisamente fanática del niño chino y su familia, pero sabía lo mucho que su pequeño hijo adoraba a su mejor amigo, por lo que no tardó en proponerle a la madre de Lu Han que dejaran al chiquillo en su casa y bajo su cuidado, únicamente para que no fuera a perderse las clases y tuviera que repetir el año. La señora Lu accedió más que gustosa y, junto a su esposo, llevaron a su hijo hasta la puerta de la casa de Minseok junto a una pequeña maleta y lo despidieron en el umbral.

No era que no lo supiera con anterioridad, pero fue ese el momento en que Minseok se dio cuenta de que todas las mamás eran se preocupaban demasiado y veían a sus hijos como bebés; le aliviaba percatarse de que Taeyeon no fuera la única que no era capaz de aceptarlo, por lo menos no en su salón de clases.

Entrelazó sus dedos con los de Lu Han y ambos despidieron con la mano el coche de sus padres cuando dobló en la esquina.

Taeyeon se giró casi inmediatamente, con una sonrisa deslumbrante y las manos adorablemente juntas frente a su plano busto. ㅡ ¿Será que los niños quieren comer galletas?

Pero vaya sorpresa fue la que se llevó cuando encontró el rostro de Lu Han hundido en el pecho de su hijo, quien lo rodeaba con sus brazos fuertemente y palmeaba levemente su espalda a modo de consuelo. En efecto, nada más sus padres hubieron desaparecido de su vida, el chino se había largado a llorar porque los extrañaría muchísimo y Minnie ¿qué voy a hacer tanto tiempo sin ellos? Al mayor lo que más le dolía, era que su Lu-Ge tuviese que guardar las apariencias frente a personas tan importantes en su vida como lo eran sus padres. Estaba totalmente en desacuerdo de la idea que cubierta de estereotipos que tenían la mayoría de los adultos sobre los hombres; su Hannie era hombre y lloraba, le brillaban los ojos cuando veía helado, le fascinaba el color rosa, le gustaba pegar sus labios de piquito a los suyos cuando nadie los veía, y a Minseok no le parecía que eso tuviese algo de malo en absoluto.

ㅡTranquilo, Lu-Ge, tan solo es una semana...

El rubio de la colita se incorporó levemente, limpiándose las lágrimas con el dorso de sus manitas antes de esbozar en sus labios un intento de sonrisa.

ㅡT-Tienes razón, no es como si se fueran a ir para siempre, ¿v-verdad? ㅡ Musitó.

Minseok le sonrió y terminó de limpiarle las últimas lagrimitas que se le escapaban con sus propias manos. ㅡ No, y tú estarás esperándolos aquí para cuando regresen, conmigo.

A Lu Han le brillaron los ojos nada más de escuchar esa última palabra. Con él, los dos, tanto tiempo como quisieran, dormirían justo al lado del otro incluso, juntos por fin.

Una gran sonrisa se instaló de manera permanente en sus labios a partir de entonces y Taeyeon se aclaró la voz, volviendo a ofrecerles galletitas porque no había nada que disfrutara más que ver a los niños felices, y nada hacía más felices a los niños que las cosas dulces.

Enamórate de mí, Hyung || XiuHaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora