Amor clandestino

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Em y Eric llegaron justo a tiempo al lugar del concierto. Él había pagado por la primera fila.

Eric:

Había cientos de chicas cerca de nosotros, pero juro que miraba a Em y no me quedaban ganas de mirar a nadie más, nunca me había pasado antes, pero sentía que era el hombre más afortunado por tenerla a ella y a este par de ojos para poder contemplarla.

Un rato más tarde, ambos estábamos cantando las canciones de Maná. "Amor clandestino", la cación que nos identificaba a la perfección

Emery:

Yo reía como una estúpida mientras él me cantaba, es que era gracioso, pero también era tierno... cada vez amaba más a éste hombre.

Aún no terminaba el show cuando me pidió que nos fuéramos de allí.

-¿Estás seguro? Amas esta banda. -Le dije extrañada.

-Te amo más a ti. -Ambos sonreímos. Tomó una de mis manos y salimos de allí, con dificultad ya que había mucha gente.

-¿Y ahora dónde vamos? -Le pregunté.

-Donde quieras ir. -Respondió abriéndome la puerta del auto.

-Sinceramente prefiero ir al hotel, me duelen los pies. -Aludí.

-Como usted diga señorita. -Murmuró dándome un beso en la mejilla. Subimos al auto y nos fuimos.

Ya en el hotel, por ir pendiente de mi celular choqué con un hombre en la puerta de entrada.

-Oh, mil disculpas. -Volteé a verlo. ¿Tommy? ¡Era Tommy!

-¡Emery! -Sonrió. ¿Cómo estás? -Nos saludamos con un beso.

-¡Muy bien! ¿Tú? -Respondí.

-Genial. Me alegro por ti. -Alegó.

-Igual yo. Por cierto, discúlpame por haberte dejado la otra noche en el antro es que, verás... -Iba a pedirle una disculpa, pero me interrumpió.

-Está bien, no importa. No hace falta que me expliques. Igual la pasé increíble, Jonás y Mila son lo más. -Expresó sonriendo.

-Me alegro que no te hayas enojado. -Murmuré. -Por cierto, qué haces aquí. -Inquirí.

-Pues aquí me estoy hospedando ¿pero tú? ¿Qué haces aquí? -Refutó.

-¡Wau! Yo también me hospedo aquí. Cada vez confirmo más que el mundo es un pañuelo. -Aludí. Rió.

-Totalmente, coincidimos siempre. Pero si vuelvo a encontrarte por ahí, diré que no es una casualidad. -Alegó. Solo sonreí. -Ya debo irme, voy con unos amigos. Fue un gusto encontrarte, Em. -Murmuró. Nos abrazamos fuertemente.

-También me gustó mucho verte, Thomas. No te retraso más, adiós o hasta pronto. -Me despedí. Sonreímos, supongo que porque sabíamos que volveríamos e encontrarnos.

Él se fue, y cuando por fin iba a entrar, sentí a alguien tomarme de un brazo. Era Eric y se veía molesto.

-¿Qué hacías con ese tipo? ¿Por qué se abrazaron, Em? No creas que no los vi. -Alegó molesto.

-Era Thomas. -Le dije extrañada. Eric era celoso pero no tenía por qué sentir celos de Thomas, apenas nos conocíamos.

-Justamente porque era él te pregunto. -Prosiguió.

Celoso CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora