Los hombres también lloran

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Eric:

Justo cuando iba a acabar mi recibí una llamada de Alejandra, la hermana de Aixa.

-¿Qué pasa, Alejandra? -Pregunté cortante, la verdad no me caía bien, ella le dio la idea de embarazarse a Aixa.

-¡Eric, tienes que venir al hospital central! Aixa intentó suicidarse. -Exclamó exaltada.

-¿Qué? Cómo... -Respondí levantándome de la silla en la que estaba sentado.

-Al parecer se empastilló. Tienes que venir, Eric. Por favor. -Refutó Alejandra.

-Estoy saliendo para allá. -Aludí cortando la llamada.

Tomé mi saco y mi maletín y salí de la oficina. Casualmente encontré a mi padre, le dije que me surgió un percance fuera de la oficina y me fui.

Cuando llegué al hospital, Alejandra estaba hecha un mar de lágrimas.

-Familiares de Aixa Álvarez... -Preguntó una médica.

-Soy su hermana. -Respondió Alejandra.

-Logramos estabilizar a la paciente, está fuera de peligro pero permanecerá hospitalizada por lo menos 48 horas. -Explicó.

-Yo soy su esposo. -Alegué aunque me molestó. -¿Qué le pasó exactamente a Aixa? -Inquirí.

-Mezcló varios tipos de pastillas con alcohol. Suponemos que fue un intento de suicidio. Su psicóloga hablará con ella en cuanto despierte y así determinar qué sucedió realmente. -Expresó la doctora para después marcharse.

No quedó más que esperar un rato hasta que Nara Swan, su psicóloga apareció. Nos conocíamos de antes, pues Aixa ya había sido tratada por ella anteriormente. Me pidió que la siga a su consultorio y así lo hice. Entramos, cerré la puerta y ella se sentó pidiendo que la imitara.

-Bien... iré directo al grano, señor Gianevich. Aixa ha intentado suicidarse. -Aludió Nara muy seriamente. -Me dijo que están en proceso de divorcio. -Prosiguió.

-Así es, Nara. Estamos en proceso de divorcio. -Respondí.

-Mire, Eric; le pido que piense bien esa decisión y recapacite porque Aixa no está nada bien... necesita muchísimo del apoyo de su familia, especialmente de usted y su hijo. -Me contestó.

-Señora, yo no puedo cambiar mi desición ahora. -Refuté.

-¡Pues tendrá que hacerlo al menos por un tiempo! ¿Tan poco le importa el ser que cargó nueve meses a su hijo? No sea tan desalmado, Eric y hágalo por lo menos por lástima. -Exclamó.

Lo cierto es que Nara tenía razón, no podía ser tan frío con la madre de mi hijo... pero apoyarla a ella en este momento implicaba dejar de lado la vida que quería formar con Emery... ¡rayos! Con este problema me había olvidado por completo el almuerzo en el que le pediría a Em que fuese mi novia... Miré mi reloj, las 14:00... sentí mi corazón rasgarse al saber lo desilucionada que iba a estar ella después de esto.

Salí del consultorio y caminando hacia el estacionamiento no pude evitar un par de lágrimas. Por culpa de las estupideces de Aixa siempre perdía lo que más quería, perdí mi paz, mi libertad y ahora iba a perder a la mujer que amaba.

Llegué a casa y ya no encontré a Emery. Mila me dijo que se había enfadado y se fue con Jonás.

Subí las escaleras rumbo a mi cuarto y cuando iba a cerrar la puerta alguien la detuvo. Era mi padre; dejé que pasara y cerró la puerta. Me senté en la cama y él a mi lado.

-Dime que fue lo que sucedió, hijo... -Murmuró mi padre colocando una de sus manos en mi espalda.

-Aixa intentó suicidarse, papá. Y todo por esto del divorcio. -Expliqué. Mi padre suspiró profundamente.

-Y cómo está. -Preguntó.

-Está estable. Pero hablé con su psicóloga y me dijo que no está nada bien y que mejor detenga el proceso de divorcio porque Aixa necesita de Ethan y de mí en estos momentos. -Respondí.

-Ay, hijo... creo que la psicóloga tiene razón. -Insinuó él.

-Papá, eso implica tirar por la borda mis planes con Emery. -Le contesté.

-Cómo... -Aludió él, era el único que no sabía nada de lo que pasaba entre Em y yo.

-... Em y yo nos hemos estado viendo y... hoy iba a pedirle frente a ustedes que sea mi novia... quería hacer la cosas bien. -Murmuré con un nudo en la garganta.

- Ella se fue muy dolida, sabes... -Musitó papá, lo cual provocó que yo derramara una lágrima. Me dolía haberla hecho ilusionar, me sentía igual que ella, nuestras ilusiones se rompieron en tan solo segundos.

-No sé qué hacer... -Aludí. Estaba muy desesperado por dentro.

-... Yo no quiero obligarte a nada, hijo, pero creo que debes hacer lo correcto y apoyar a Aixa, es la madre de tu hijo... -Refutó mi papá.

-¿Y Emery?... -Musité. Él volvió a respirar profundamente.

-... Puede esperar... Cuando dos personas están destinadas a estar juntas, tarde o temprano el destino acomoda todo para que lo estén... No importa lo que pase ahora, Eric, si Em y tú son el uno para el otro, estarán juntos de cualquier forma. -Expresó papá. Siempre tenía las palabras correctas en el momento justo.

Ahora comenzaba una lucha conmigo mismo, con lo que debía hacer y lo que realmente deseaba hacer...

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Holiwis! Ahre! Espero que os guste!

Gracias por leer!

Bye!😘

Celoso CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora