Why? -Justin Bieber

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-¡Mira esto Hailey!.-Gritó Leigh emocionada.-¡Es precioso!

-Si que lo es.-Sonreí.-Tómalo.

Ella me miró sorprendida.

-Hails, cuesta 1,200 dolares.-Miró el vestido.-No no no.-Lo dejo en la percha.

-Que lo tomes Leigh.-Dije agarrando el vestido. Tomé su mano y caminé hacia la sección de zapatos.

-¡Dios! ¡Mira estos!.-Chilló tomando unos zapatos altos. Sonreí y me dirigí hacia la vendedora.

-Disculpe, podría prestar atención a esa chica.-La señalé.-Y todo lo que le guste, lo pone en mi tarjeta.-Sonreí.

-Claro señorita, estaré atenta.-Me sonrió y camino hacia Leigh.

Por mi parte, me puse a ver zapatos bajos.

Unos negros, llamaron realmente mi atención, eran hermosos.

-Rhode.-Me llamó.-Quizás este te quede mejor que el que tienes puesto.-Me midio un vestido negro.-El que tienes es realmente feo amiga.-Dijo riendo.

La miré mal, y di una vuelta.

-Me gusta.-Dije tocando la tela.

-A mi no.-Dijo corriendo de nuevo a los vestidos.

Reí y lleve los zapatos a la caja.

-Wow.-Habló Ben.-¿En serio llevarás todo esto?

-Obvio.-Sonreí.-Necesitaba cambiar mi armario.

-Leigh te ama.-Sonrió viendo a su hermana correr hacia mi.

-Y yo a ella.-Dije antes de recibirla en mis brazos.

-Gracias, gracias, gracias Hailey.-Besó mi mejilla repetidas veces.-Por todo esto.-Chilló viendo las bolsas. Le sonreí y besé su cabeza.

-Espera, ¿esto es para ella?.-Dijo su hermano serio.

Asentí inocente.

-No todo.-Lo miré.- Es un pequeño regalo de todos sus cumpleaños, navidades, y fechas importantes a las que falté.-Sonreí.

-Definitivamente, no.

-¡Oh vamos Beni!.-Leigh lo miró mal.

-No seas aprovechadora Leigh. No es tu dinero.-Gruñó y Leigh bajó la cabeza.

-Oye, no le hables así.-Dije mirando a la pequeña.-Tiene 14 años. Es chica, y necesita de esto.-Señalé la ropa.-Es solo un regalo, Ben, no es para tanto.-Bufé.

-Juro que te devolveré el dinero.-Susurró.

-De eso nada, bobo.-Reí dándole mi tarjeta a la cajera.

-Aquí tiene señorita. Gracias por su compra y vuelvan pronto.-Sonrió.

Salimos de mi tienda favorita, y fuimos a un parque.

Santiago se llevo todas las bolsas al auto, y fue a dejarlas a casa.

-Esta riquísimo.-Gimió Leigh tomando su helado. Reí y saqué mi celular.-Me siento famosa.-Susurró mirando a los paparazzis que estaban frente a nosotros. 

-Tómanos una foto.-Le dije a Leigh.

-No Rhodeeee.-Dijo Benjamín, alargando la 'e'.

-Ven aquí.-Sonreí, abrazándolo con un brazo por el cuello.

Él se agachó un poco a mi altura, y se cruzó de brazos.

-No me gustan las fotos.-Murmuró.

Al sacar la foto, largué una carcajada.