20

80 5 2
                                    

-¡Leigh! ¡Se nos hace tarde!-Grité desde la puerta.

Mi querida -ahora- cuñada, caminaba tan lento, que me dan ganas de atarla a una soga, y llevarla a tiros.

Ella bufó llegando a mi lado.

-Aún no logro entender por que tengo que ir yo.-Gruñó.

-Por que eres mi pequeña, y quiero que me des tu opinión.-Sonreí.

-Para eso esta Benjamín.-Rodó los ojos y yo reí.

-Pero el no entiende de decoración.-Dije y ella no habló más.

Sonreí satisfecha mientras me intentaba subir al coche. Me fue difícil.

Oí las carcajadas de Leigh.

-Es que...-Rió.-No entras Rhode. No-entras.-Dijo entre risas.

La fulmine con la mirada y luego miré mi panza.

Hice un puchero.

-Vamos bebés. Achiquen se un poco, dejen entrar a mamá.-Lloriquee.

Al entrar, agradecí internamente a Dios, y luego subió Leigh. Puse en marcha el auto, y nos dirigimos hacia donde habíamos quedado con mi novio.

Alrededor de quince minutos después, encontré la bendita casa donde viviríamos. Claro, si me gustaba. Vi a Ben apoyado con sus manos en el bolsillo, en la trompa del auto.

Sonreí enamorada, y baje del auto, caminando hacia él.

-Bonita...-Me saludó y con un poco de dificultad, me besó. Oímos el bufido de mi cuñada y reímos.

Miré la casa que tenía en frente, y no sabía si reir o llorar por lo hermosa que era.
Grande, linda, lo que buscábamos.

-¿Entramos?-Dijo al verme tan embelesada. Asentí aún viendo la casa.

Me tomó de la mano, y con Leigh detrás nuestro, caminamos hacia la entrada.

La puerta era doble, de color blanco. La abrió y mi boca se abrió igual.

Era realmente linda, y muy grande. El espacio era enorme.

Entramos, un recibidor bastante amplio fue lo primero que vi. Caminamos un poco más y a la derecha había una pequeña puerta, la abrí para ver que era, y nada de otro mundo, un deposito.

Seguimos caminando, contemplando la enorme casa.

Nos encontramos con un enorme living, de color mate. Reí imaginandome allí.

Abrí una puerta, y me encontre con la cocina. Era algo angosta, pero hermosa de todas formas. Una pantalla había arriba de la mesada. Cámaras de seguridad. Wow, ya las habían instalado.

Recorrí el pasillo, y al final de este había una mesa, que supongo desayunadora.

Recorrí el pasillo, y al final de este había una mesa, que supongo desayunadora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Why? -Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora