Capítulo 2: Mi nuevo empleo, mi primer día

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De vuelta a la oficina de mi princip... Digo el Sr. Kaled, toque suavemente su puerta y él dijo:

— ¡Adelante! —

Entre nuevamente a su oficina, estaba más calmada y centrada, tuve la oportunidad y me tomé el tiempo de admirarlo. Él estaba de espalda tomando unas carpetas de un mueble, pude observarlo detenidamente... ya no llevaba su chaqueta y su camisa blanca dejaba ver su ancha espalda, su cabello parecía ser suave, toda su fisonomía era perfecta... por unos segundo cerré los ojos inhalándolo. Huele divino, es sutil, un olor embriagador de perfume fino.

Y aun de espalda me dice — toma siento, por favor, ya te atiendo—

Entro cerrando la puerta sin despegarle la mirada, tome la silla y despacio me senté, sin hacer ningún ruido, no quería que me distrajera, quería poder mirarlo sin que su mirada me espantara. Tres palabras pasan por mi mente y que lo describen a la perfección... Atractivo, atrayente, cautivador...

Mi imaginación empieza a volar, con solo observarlo <<Que alto es... !Qué presencia!... ¡Es definitivamente un príncipe!.. Podría pasar horas mirándolo, ¿Cuántos años tendrá?>> Mis ojos estaban literalmente desparramados sobre él.

Volteo de repente captando mi expresión y mi actitud... Mi boca abierta por instinto se cerró, mi espalda encorvada se enderezó de un tirón y mis ojos se abrieron como platos, casi del tamaño del surco de mis lentes... Porque uso lentes, olvide mencionarlo... Mi rostro le causó tanta gracia que soltó una enorme sonrisa, sus dientes blancos como la nieve y esos ojos azules grisáceos que me matan y me traen de vuelta a la vida, me miraban fijamente... Y tímidamente bajé la mirada, pensé que se burlaba de mí y sentí pena por mí misma, medio sonreí fingiendo que no me importaba, estaba avergonzada. Y entonces tomé ánimo y dije.

—Disculpe Sr. Kaled aquí está la hoja lista, ¿ya puedo empezar a trabajar? —Y lo miré a los ojos.

El todavía con la sonrisa cautivadora en sus labios dijo, sorprendiéndome:

—Kaled, solo Kaled, no me digas señor, me haces más viejo— El quería que yo lo tuteara, eso me emocionó. Cuando de pronto escuche de sus labios.

— ¡Alejandra! — Dijo mi nombre... que hermoso se escuchaba en su voz, << ¿cómo sabe mi nombre? ...¡yo no se lo dije! , ¡ahh! Mi hoja de vida, que tonta soy>>

— Vé con Lucy ella te pondrá al corriente de lo que tienes que hacer— Me dijo sin soltar la sonrisa de sus labios

Salí de ahí como atontada, << ¡ya Beatriz sal de este cuerpo!>> me dije... Yo no soy así, parecía hechizada.

Beatriz es mi vecina, mi mejor y única amiga somos diferentes ella es alocada y enamoradiza pero muy buena amiga.

Fui con Lucy pasamos toda la tarde organizando archivos me ayudó mucho, era muy amable y paciente...

Quería preguntarle más sobre Kaled. Pero me arrepentía cada segundo que me decidía hablarle de él, pasaban las horas y termino mi jornada de hoy, estaba feliz por mi nuevo empleo y por mi primer día de trabajo.

Me despedí de Lucy tomé mi bolso y me encamine a la salida y al dar con las enormes puertas de vidrio escuché tras de mi aquella voz encantadora.

—¡¡Alejandra!! —

Otra vez esa palpitación en mi pecho, y ese inexplicable susto en mi estómago, voltee...

—Dígame Señr... ¡digo!... Kaled— Ya empezaba a tenerle confianza

Él sonreía... Y yo literalmente moría cada vez que lo hacía...

— ¿Qué te pareció el primer día? — Me preguntó con una sonrisa en la línea de sus labios

— Bien, gracias por preguntar. — Y sosteniendo la puerta de vidrio agite mi mano despidiéndome de él y de Lucy que me miraban atentos. A este punto mi corazón estaba a mil revoluciones por minuto...

— Hasta mañana Alejandra, ojala te acoples pronto a veces la presión en la oficina es fuerte y no muchos la aguantan—

Salí de allí pensando en lo que había escuchado y me preocupaba.

Me asusta, trabajar bajo presión... Aunque nunca he trabajado bajo presión... Bueno realmente nunca había trabajado

Cada día viene cargado con sus propias preocupaciones para que adelantarme, me tranquilizaba mentalmente...

Y bueno nada me borraría esta alegría que sentía y pensaba... Tengo un príncipe por jefe!

Decidí caminar hasta mi apartamento, esa tarde estaba fresca era primavera mi estación favorita, había flores en los árboles y camine a casa a través de las ruidosas calles de New York, la brisa soplaba suavemente y yo solo pensaba en que podía soñar con él, de veras esto me asustaba, era la primera vez que alguien provocaba esto en mí, y quería vivirlo y sentirlo a plenitud, pero esta combinación de éxtasis y pavor, se mezclaban abrumadoramente en mi interior, pero al mismo tiempo me decía a mí misma; el amor no asusta, el amor llena y transforma, explota lo mejor de ti, creando estallidos que logran llenar espíritu, aunque nunca lo había experimentado, eso había leído, y deseaba con todo mi corazón fuese con él...

Y aunque estaba segura que sería un sentimiento no correspondido, nadie tendría porqué saberlo, sería mi secreto...mi gran secreto.

Y seguí mi camino, deje de preocuparme y de pronto sentí la necesidad irrefutable de meditar. Sin importar donde estaba parada, sólo lo acepté y comencé a despegar en un vuelo. Donde acepté mi incapacidad y mi pequeñez para entender y vivir lo que estaba sintiendo...

De todos mis miedos, el más grande es al amor, y al amor no hay que temerle porque es lo más maravilloso, es lo más puro y noble que se puede sentir, dar y aceptar. Y simplemente me derrote ante él.

Estoy enamorada de un príncipe...

ESTA ES UNA HISTORIA DE AMOR MUY LINDA, GRACIAS POR LEERLA POR FAVOR DÉJAME TU ESTRELLITA Y SÍGUEME

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La Bella, La Fea y el Príncipe TERMINADA.EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora