Capítulo 27: La hermosa Suite Real

478 41 1
                                    



 Otro día en Dubai.. Llamé primero a mi madre al celular, me contaba emocionada del paseo que hicieron ellos en camellos por el desierto, estaban viviendo la luna de miel que no tuvieron y eso me daba gusto, disfrutaron de su día tanto como nosotros y nosotros nos esperaban unos paseos extraordinarios para hoy, Kaled preparaba otra sorpresa para mi...

Anoche hicimos un loco recorrido nocturno buscando una piscina desolada que nunca conseguimos, entonces decidimos venir a dormir a nuestra maravillosa Suite Real, cuando entramos a la habitación mi impresión fue mayor, que cuando la conocí ayer en la mañana, de noche era asombrosa, luces artificiales adornaban la formación marina y matices de mil colores se reflejaban en la habitación, era hermoso. Me quedé sin habla frente aquel maravilloso paisaje, él miraba detenidamente mi asombro y sonreía tiernamente. Y me dijo:

Si pudiera regalarte un lugar así, para que vivieras feliz eternamente y mirar tu rostro iluminado cada vez que lo vieras, yo sería inmensamente feliz.  Él logró apartar mi vista de tan magnífico escenario, con ese hermoso comentario. Lo miré fijamente a sus bellísimos ojos azules y entrelace los dedos de sus manos a los míos y le dije:

No necesitas regalarme nada, porque el solo hecho de mirarte a los ojos, es suficiente para ser inmensamente feliz.   Y tomando su rostro con mis manos lo acerque a mis labios y lo bese con tal pasión y dulzura que lo sentí temblar, yo podía sentir ese beso en el alma, todo lo que él me hacía sentir era mágico, sublime. Si esto es amor, podría describirlo como morir y volver a nacer, con él todo era así: perfecto...mágico

  Aunque estábamos cansados me llevó en brazos, así, unidos por el beso, hasta la cama, me recostó con delicadeza y soltó mi cabello y lo acomodaba sobre mis hombros, me miraba de cerca con tanto amor que podía sentir su respiración y con tanta ternura que era como acariciarme sin tocarme y se acostó a mi lado y nos mirábamos en silencio, era mágico como podíamos comunicarnos con solo mirarnos, estábamos totalmente enamorados el uno del otro.

Se inclinó sobre mí y me beso, sus labios jugueteaban con los míos en un beso eterno, interminable, podíamos pasar horas así, poco a poco fuimos envolviéndonos hasta no saber más nada de mi... hasta hacernos uno, en la unión más perfecta, entre un hombre y una mujer y deseando cosas que ni siquiera sabía que quería. y así abrazados me dormí en sus brazos escuchando su corazón...

Al amanecer me di cuenta que desperté en la misma posición en la que me dormí sobre su hombro, al verlo dormido mi interés se centró en él... lo admiré y quise guardar en mi memoria cada detalle de su perfecto rostro... su nariz divinamente recta, su barbilla varonil, sus labios, sus pestañas y sus perfectas cejas, él era un Príncipe, no tenía dudas, era uno de esos, con los que sueñas cuando eres niña, que te rescata y te roba el corazón, eso sentía que había vivido con él, y que tenía durmiendo conmigo a mi propio príncipe, que vino a rescatarme de mi misma, de mis demonios... mis inseguridades, de mis miedos, de mis imperfecciones. Él despertaba, yo lo miraba sonriendo, sus hermosos ojos azules destellaban, eran realmente hermosos y cautivadores, me beso dulcemente en la frente.

Se estiraba en un bostezo— ¡Te amo! susurró 

Cómo hacía para no enamorarme, si todo él era un poema.

Después de bostezar, estiró sus músculos conmigo encima Hoy tengo una sorpresa para ti mi amor.  Me dijo sonriendo con una voz dormilona

_¡¿Otra?!... le pregunté emocionada.

Kaled se reincorporó y tomo mi mano, Sí, y si no nos levantamos ya, no nos van alcanzar las horas.

La Bella, La Fea y el Príncipe TERMINADA.EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora