Capitulo 11: De patito feo a princesa

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Llegó el días de su compromiso, me siento como en una montaña rusa, ayer estaba feliz y hoy mi tristeza me aplasta, me levanté más temprano de lo habitual a pesar que anoche no lograba conciliar el sueño, abrí los ojos pesadamente y me senté en la cama e hice unos ejercicios para reactivar los músculos del cuello, cuando de pronto giré la cabeza mirándolo, me hizo desplegar una enorme sonrisa, el hermoso vestido en su guarda polvo trasparente, brillaba con los rayos de sol, que entraban a la habitación por mi ventana, era hermoso, me deslumbraba.

Se me hacía tarde, busque en mi closet ropa para ponerme, realmente no tenía mucho de donde escoger, y finalmente me decidí por unos pantalones negros de gabardina, que me había regalado mi madre, que ya no le quedaban y una blusa de seda de florecitas rojas y unas zapatillas negras, aprendí con Beatriz a alisar mi cabello con la plancha, eso mejoró notablemente mi aspecto, tarde un poco en colocar mis lentes de contacto, pero tenía que acostumbrarme a ellos y me puse un poco de labial rosa y rímel negro para mis pestañas, bajé rápidamente para coger un taxi, no tardé mucho en tomarlo, estacionó frente al edificio, me bajé y cruce la calle distraída, no noté que Lucy llegaba también.

Buen día Alejandra se queda mirándome, sabe que algo le falta a mi rostro y luego reacciona y pregunta ¿y tus lentes? Se fijó que no los llevaba puestos e inmediatamente y sin esperar mi respuesta volvió a preguntar ¿Qué te pasa? Creo que notó mi tristeza

Hoy tengo de todo le dije sin ánimos. Subíamos juntas por el ascensor y de repente recuerda lo que tenía que decirme con urgencia...

Alejandra mi jefe me llamó anoche, apartó un paquete completo para ti, en un Spa muy conocido— y ordenando sus ideas en silencio, hace una pequeña pausa y vuelve a decir...

Pago por internet y me pidió que te avisara, tu cita es a las once de la mañana, allí incluyeron tu almuerzo, tendrás un tratamiento completo, maquillaje y peluquería además de otras cosas que están incluidas, dijo que no te preocuparas por nada... una limusina te recogerá a las ocho de la noche frente de tu edificio— y entonces le pregunté intrigada ¿porque él no me llamo directamente a mí?

Realmente, no sé.

Y curiosa me preguntó Alejandra ¿tú podrías decirme que pasa? Y no espero mi respuesta cuando volvió a recordar el resto de la información, agregándola enseguida...

También dijo que no faltaras a tu promesa

¿cuál promesa Alejandra? Ella hacía muchas preguntas y yo estaba aturdida.

Te prometo contarte, pero cuando me sienta mejor, voy a organizar unas cosas en mi oficina para poder ir en paz a la cita ella comprendió y me dejó tranquila.

Casi era la hora de irme, llamaba con insistencia a Kaled pero su teléfono parecía apagado, eso me angustiaba, le deje varios mensajes de voz y de texto pero no respondió. Decidí bajar a tomar el taxi con la dirección del Spa en la mano.

Llegue a mi cita a tiempo, me recibieron con un cóctel de frutas de bienvenida mientras me buscaban en las lista de reserva, el lugar era hermoso, camillas para masajes bajo los árboles frondosos al aire libre, habían piscinas con chorros relajantes, muchos árboles con flores, la chica muy amable me atendió, me dijo entregándome una bata de baño blanca y una toalla con el nombre del Spa bordado en azul, que estaban incluidas en el paquete y eran parte del obsequio del Spa.

La Bella, La Fea y el Príncipe TERMINADA.EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora