Capítulo 16: Llueve en mi corazòn

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NOTA DE AUTORA:

Este capitulo esta cargado de emociones, espero poder llegar a tu corazón de la misma forma que lo hizo en mí, al escribirlo... Con amor para ti... disfrútalo! 

Solo en la agonía de despedirnos

 somos capaces de comprender

 la profundidad de nuestro amor.  

   La Sra. Amira, madre de Kaled, había pensado muy bien su jugada, al salir de la oficina de Alejandra, le dio instrucciones muy precisas a Lucy.

—Kaled nunca debe enterarse que yo estuve aquí después que salimos del bufete los tres. Jamás, debe saber de mi conversación con Alejandra... Alejandra te entregara su carta de renuncia. "VOLUNTARIA"— recalcó afincando y engrandeciendo sus impresionantes ojos azules —Y si él llegara a preguntar por ella y el por qué se fue, tú dirás que consiguió un empleo mejor fuera de la ciudad, de ello depende tu trabajo y permanencia aquí en el bufete, entendiste Lucy? — Preguntó ella con firmeza.

Lucy la miraba con temor —Sí. Sra. Amira, será como usted diga. — Y bajo su mirada mientras la Sra. Amira complacida se marchó.

Salí de la oficina con mis cosas en una caja pequeña, aunque trate de secar mis lágrimas para que Lucy no notara que había llorado, fue inútil, apenas la miré a los ojos, me desboroné frente a ella y termine llorando en sus brazos, ella quería consolarme pero no sabía cómo. Me abrazo en silencio por un par de segundos hasta que sujetándome de los hombros, me miró fijamente y con la voz desgastada dijo —cuenta conmigo Alejandra Me despedí de ella, sumida en la más grande de mis tristezas... Camine hasta el apartamento, trataba de pensar y de pisar tierra y poder ver mi realidad... Las mismas cosas que sentía cuando tenía mis lentes y mi poca autoestima regresaron a mí, con más fuerza, lloraba mientras caminaba, las personas que pasaban y veían el estado en que iba, de mí se condolían pero yo no estaba allí para verlos, mi pensamiento volaba con Kaled y la gran pérdida que hoy sufría.

Él era mi mundo, llegó para sacudirme la vida, derrumbando paredes y los gigantescos muros de mi inseguridad... con él aprendí a quererme y a ver más allá de mi apariencia, a ver dentro de mi corazón y de mi alma, él me mostró el lado bello de la vida, me mostró lo hermoso de ser mujer y lo valiosa que era. Con él aprendí que debía levantar la cabeza y a sentirme digna de ser querida....

Y hoy mi vida se rompe en mil pedazos... Como olvidar, a quien se ha quedado a vivir para siempre en mi corazón, como olvidar al único ser humano que miró más allá de mis defectos, de mis enormes lentes y de mis frenos y lo hizo con los ojos del alma.

¡Que alguien me diga, como hago para olvidar a quien no quiero olvidar!... Qué difícil, es muy difícil olvidar a quien me hizo olvidarlo todo. Te amo mi príncipe, te amare por toda mi vida.

Me detuve en seco con el estruendo de una bocina que reventó mis tímpanos justo cuando desprevenida iba a cruzar con el semáforo para peatones en rojo, me cruce de brazos, los coches se daban paso, las bocinas chillaban, la gente que me rodea con sus vidas y sus problemas, pero yo estaba ausente de lo que sucedía a mi alrededor. Después de secar mi rostro con mis dedos, inhale como si quisiera tomar todo el oxígeno del mundo para llenarme de él como globo, para luego explotar, me quede allí de pie, me erice al sentir la corriente de una brisa fría pasar encima de mis mejillas húmedas y cerré los ojos y su imagen inundó cada recoveco de mi cabeza y en un hilo de voz al viento proclame... —Mi corazón... Que difícil se me hace respirar sin ti. Parece que me dividí en dos, una mitad se fue contigo y la otra me está matando de a poco... —

La Bella, La Fea y el Príncipe TERMINADA.EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora