Antes de comenzar

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Dedicado a SolamenteRou

Guten taggg!

(Ahora es cuando la gente que lee esto, si es que alguien lee esta mierda, piensa que se te fue la olla del todo)

Bueno, antes de publicar el prólogo, quiero decir algo.

En realidad, es un agradecimiento (de que vas, Hanna, publicando los agradecimientos al principio, sólo hacer falta que alguien se asome por la puerta y jure que la tonta que tienes como mejor amiga es una santa)

Esta historia pertenece tanto a mí como a SolamenteRou (rosita, gilipollas, nena, etc). Cuando en la reseña dije que esta historia estaba basada en hechos reales, son parte de nuestra historia. No somos lesbianas, es cierto, pero estamos a solo un paso de serlo, en el sentido de que esta estúpida chica ha estado en  mi vida desde el principio como Keyla en la de Alice, y la llevo jodiendo desde mi nacimiento, como Alice a Keyla.

De hecho, algunos de los sucesos narrados ocurrieron realmente (la mayoría), y en eso es en lo que ha cooperado ella.

La gente que me conoce sabe que tengo muy mala memoria para estas cosas, y por eso ella me ha estado ayudando a recordar, relatándome anécdotas, mandándome fotos, cosas así. Ella es la verdadera esencia de todo esto, de este proyecto, de esta idea. Y se merece mucho más que un personaje creado por la enferma fantasía de una chica aspirante a escritora.

No sólo ha estado al otro lado de este libro, sino que ha estado disponible siempre. Y cuando digo siempre, digo siempre. Sé que si la llamo llorando por alguna estupidez me cogerá el teléfono, sea la hora que sea, y sé, de una forma u otra, que siempre está ahí.

El que se aburra lo suficiente como para llegar más allá del capítulo 13, llegará a una situación que ocurrió realmente.

ATENCIÓN, SPOILER: Rosa y yo nos enfadamos hace aproximadamente tres años (2014). Fue una situación tensa, desagradable, innecesaria. Durante ese tiempo aprendí que no quería vivir sin ella, y desde que, un año después, nos perdonamos, no hemos vuelto a separarnos.

Porque siempre que algún capullo me hacía venirme abajo estuvo conmigo, porque siempre me saca una sonrisa, porque con ella sé que no voy a parar de reír. Porque tu risa me da risa, porque se te ocurren las idas más estúpidas pero más graciosas del mundo, porque me obligas a hacer cosas que no quiero hacer y que luego me gustan, porque no hace falta que pregunte para llamar a la hora de la siesta. Porque adivinas lo que voy a decir antes de que salga de mis labios. Porque te quiero, y punto.

Por eso, Rosa, esto te pertenece.

Chus nena!

Memorias de una lesbiana (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora