Keyla
Era tan sólo un bebé. Tan chiquitita...
Acarició torpemente sus manitas. Ella y Keyla se llevaban seis meses, de forma que Keyla era mayor que Alice.
Había nacido el 28 de septiembre, en un hospital corriente de una ciudad corriente. Era una pequeña niña con la piel sonrosada y una perezosa sonrisa.
Su madre la cogió en brazos, sonriente y orgullosa de su retoño. Nina, la madre de Alice, sonreía cansinamente, feliz de haber traído a su niña al mundo.
Ambas madres, Lauren y Nina, charlaban animadamente comentando aburridos detalles sobre su maternidad, anécdotas sobre sus "niñas preciosas y monísimas". Mientras, ellas, las niñas preciosas y monísimas, se estudiaban atentamente.
Alice observó el cabello oscuro de Keyla, sus ojos avellana, su tez oscura. Sus pecas por el sol.
Keyla escrutó los rasgos de Alice, su cabello castaño, sus ojos verdosos. Cuando la recién nacida le regaló una desdentada sonrisa, ella ladeó la cabeza y rió.
Sus madres intercambiaron una mirada divertida, y se dijeron mutuamente: serán grandes amigas.
No se equivocaban, desde luego.
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Memorias de una lesbiana (Pausada)
عاطفيةPara Alice, Keyla siempre estuvo ahí. Para Keyla, Alice siempre estuvo ahí. Desde el principio, ambas fueron grandes amigas. De las de siempre. Y cuando digo de siempre, digo de siempre. Se conocen desde el mismo nacimiento. ¿Y si, tras quince añ...
