Keyla
Dos semanas después, llegó una fecha amada por muchos: 25 de diciembre, Navidad.
Papá ya no vivía con mamá y conmigo, y no entendía porqué. Por otra parte, estaba cada vez más preocupada por su salud y cosas así, comía muchas cosas sanas e iba al médico a menudo con ella. Oía muchas veces la palabra "embarazada" pero, ¿qué significaba eso? Bueno, faltaba poco para mi cumple, y hoy venía Santa Claus, así que ¿por qué preocuparse?
- Vamos, cariño, voy a vestirte. ¿Quieres el vestido que te regaló Nina por tu anterior cumpleaños?
Asentí. Aunque estaba en Italia, el 14 de febrero llegó un paquete por parte de la amiga de mamá y su familia, que consistía en un precioso vestido rojo, que parecía de una princesa, con la parte superior bordada en lentejuelas y una falda de tul que se abría a partir del pecho. Además, mamá me compró unos zapatitos negros cuando visitamos a la abuela, hace unos meses, y conjuntaban a la perfección. El vestido me lo compró Nina en Roma, cuando se fue de vacaciones con su familia.
Tras ponérmelo, mi madre procedió a rizarme el pelo. Sí, ya sé que apenas tenía dos años, pero mi madre nunca tuvo hermanas para hacerles estas cosas, y además, se le daba muy bien, así que esperé pacientemente a que terminase de hacerme los elaborados tirabuzones. Cuando acabó, me reocogió un mechón con una horquilla.
- Preciosa, cariño -dijo, mientras acababa de ponerse los pendientes. Ella se puso un vestido blanco que le daba un aire inocente y limpio, muy estrecho por la parte superior y con una falda vaporosa que se abría en ondas bajo la cintura. Lo que más me gustaba es que tenía el escote, el cuello y las mangas cubiertos por un fino encaje. Parecía una novia, si no una princesa.
Mi padre, abogado, siempre gozó de un buen sueldo, y eso hizo que pudiera permitirse lujos como ese vestido o los pendientes de perlas que llevaba. Supongo que, a partir de ahora, sería mucho más difícil.
- Bueno... pues vamos a visitar al tío Jonathan.
Mi tío Jonathan vivía en las afueras de Londres, en una pequeña casa rural-
- ¿Hermano?
Mi tío sale de la cocina, con un trapo en las manos.
- Mis chicas preferidas. ¡Feliz navidad!
Gracias a dios, no hizo preguntas.
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Memorias de una lesbiana (Pausada)
RomancePara Alice, Keyla siempre estuvo ahí. Para Keyla, Alice siempre estuvo ahí. Desde el principio, ambas fueron grandes amigas. De las de siempre. Y cuando digo de siempre, digo de siempre. Se conocen desde el mismo nacimiento. ¿Y si, tras quince añ...